Los serbios levantan el bloqueo a la ayuda de la ONU en Bosnia
Los serbobosnios prometieron ayer volver a permitir el paso por su territorio de los convoyes de las fuerzas de paz de la ONU en Bosnia-Herzegovina. El bloqueo había comprometido la ayuda debido a la falta de combustible. Los suministros de ayuda están prácticamente agotados en Sarajevo y en tres enclaves musulmanes del este. Al mismo tiempo, el Gobierno de Sarajevo aceptó retirar sus tropas de la zona desmilitarizada del monte Igman, a condición de que los cascos azules garanticen la seguridad de esta estratégica zona.
La primera promesa se concretó tras la reunión que ayer mantuvo en Pale, la capital serbio bosnia, el enviado especial de la ONU para la antigua Yugoslavia, Yasushi Akashi, con el líder serbio bosnio Radovan Karadzic. Un portavoz de Akashi dijo que Karadzic prometió que el paso se permitirá de nuevo a partir de mañana, lunes."Las Fuerzas de Protección (Unprofor) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tienen muchas dificultades para desempeñar su función", declaró anteriormente al acuerdo el comandante Hervé Gourmelon, portavoz de Unprofor en Sarajevo. Los cascos azules se han quedado sin combustible en Gorazde, enclave musulmán oriental de Bosnia. En Zepa, otro enclave oriental, las reservas son mínimas, mientras que en la capital, Sarajevo, y en la ciudad de Srebrenica, las cantidades son también muy reducidas. Cerca de medio millón dé personas viven en las cuatro zonas afectadas, rodeadas por las milicias serbias bosnias.
Los serbios bosnios condicionaron el paso de los camiones de la ONU por territorios bajo su control a la retirada de las tropas del Ejército musulmán bosnio de la zona desmilitarizada del monte Igman, situado al suroeste de Sarajevo.
Akashi se reunió posteriormente con representantes del Gobierno de Sarajevo, quienes aceptaron acatar la orden de las Naciones Unidas de retirar a sus 500 soldados estacionados en el estratégico acceso al monte Igman. El repliegue se hará efectivo también mañana.
Por otra parte, un portavoz oficial de la OTAN aseguró ayer en Bruselas que la ONU ha aceptado la petición de la Alianza Atlántica de endurecer las acciones de represalia de la aviación aliada contra las milicias serbias en Bosnia. La fuente dijo que las Naciones Unidas han aceptado también que los pilotos de la OTAN puedan atacar más de un objetivo como parte de un acuerdo para poner fin al enfrentamiento sobre las tácticas militares en la antigua Yugoslavia. Una delegación de la Alianza se reunirá el martes en Nueva York con representantes del secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, para tratar de finalizar el compromiso de acuerdo. La ONU se opuso la semana pasada a casi todas las peticiones de la OTAN. Aceptó reaccionar a las violaciones de las zonas de exclusión en Sarajevo y Gorazde con más rapidez, pero se negó a levantar el preaviso actual y a llegar a un acuerdo previo sobre una lista de cuatro posibles objetivos para hacer la represalia más eficaz. Ante esta situación, el Consejo Atlántico decidió el sábado rebajar las exigencias y proponer un preaviso estratégico, que no advierta el lugar del ataque ni cuándo, y una lista de cuatro blancos.
El puerto de Dubrovnik fue reabierto ayer al tráfico internacional tras tres años de guerra con la llegada de un carguero ucranio con 8.000 toneladas de ayuda humanitaria de la ONU.
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