González invita a Miterrand para agradecerle su ayuda y despedirle

Fue una ceremonia impregnada de nostalgia pero no llegó a ser una despedida. El presidente francés, François Mitterrand, y el jefe del Gobierno español, Felipe González, concluyeron ayer su octava y última cumbre pero celebrarán en 1995 un último encuentro bilateral. En nombre del Rey, González invitó a visitar España a un jefe del Estado francés que, declaró el jueves, dio hace algo más de una década "un vuelco las relaciones hispano-francesas" aceptando el ingreso de España en la CE y colaborando en la lucha contra ETA. Mitterrand aceptó complacido.Mitterrand se dejó llevar por un cierto sentimentalismo en la rueda de prensa conjunta. Evocó su "nostalgia", pero aseguró que su salida del poder "no detendrá el curso de la historia". Vaticinó además que "en el plano personal no hay ninguna razón para que no continúe" su relación con González al que, reveló, le hizo a veces visitas sin publicidad. "Durará mientras pueda durar ( ... )".

A sus 77 años, Mitterrand ha sido el único presidente socialista de la V República y el único jefe de Estado que puede concluir su segundo mandato. Se termina dentro de siete meses pero no es seguro que su deteriorado estado de salud -padece un cáncer de próstata- le permita seguir hasta entonces en El Eliseo.

Su evocación nostálgica le llevó a recordar sus largos años de amistad con su huésped. "Conocí a Felipe González cuando era un joven socialista clandestino", afirmó en tono paternalista. "Y me parece que ese joven líder se ha consolidado". "He sido testigo de las dificultades del PSOE para modernizarse".

"Reacciones negativas"

¿Podrá la multiplicación de sus comparecencias enderezar los resultados del PSOE?, le preguntaron a González. "Sólo puedo medir el efecto de las apariciones públicas por aquéllos que tienen reacciones negativas", porque los demás no las manifiestan, contestó. "Espere el resultado de las urnas", intervino Mitterrand, confiado en una nueva victoria.Aunque le dedicaron menos tiempo, ambos mandatarios socialistas hablaron también de la actualidad política europea. Mitterrand no brindó su respaldo al aspirante socialista español, Enrique Barón, a la secretaría general de la Unión de Europa Occidental (UEO). Francia "tiene el sentimiento de que puede desempeñar esa función", afirmó dando a entender que podría presentar un candidato al cargo. La delegación francesa señaló, además, que los escasos esfuerzos de España en defensa -el Gobierno español se acaba de retirar del proyecto de satélite espía Helios- no le hacían merecer el puesto.