La ONU prohíbe a Irak movimientos de tropas que amenacen a Kuwait

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el sábado por la noche (madrugada de ayer en España) por unanimidad una resolución por la que exige a Sadam Husein que retire sus tropas de élite de la zona próxima a la frontera con Kuwait, al tiempo que prohíbe nuevos movimientos militares que constituyan una amenaza para el emirato. El Gobierno de Kuwait consideró suficientes estas medidas para garantizar su seguridad.

La nueva resolución del Consejo de Seguridad no amenaza explícitamente con el uso de la fuerza, pero la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Madeleine Albright, advirtió que Washington reaccionará adecuadamente si el régimen de Bagdad amenaza de nuevo a Kuwait.El documento condena, además, los recientes movimientos militares iraquíes y exige la inmediata retirada de la Guardia Republicana, las fuerzas de élite iraquíes, a sus posiciones originales.

Rusia quería retrasar la votación hasta que su ministro de Exteriores, Andréi Kózirev -de gira por Oriente Próximo- se encontrase en Nueva York, a donde tenía previsto llegar ayer. Sin embargo, el representante ruso, Vasili Sidorov, negoció finalmente nuevas provisiones en el preámbulo de la resolución para que se mencionara el resultado de la visita de Kózirev a Bagdad el pasado jueves. El ministro ruso obtuvo de Sadam Husein la promesa de reconocer la soberanía de Kuwait a cambio de que Rusia presione al Consejo de Seguridad para levantar el embargo internacional que sufre Irak desde que invadió el emirato en 1990.

"Enérgica acción"

El presidente norteamericano, Bill Clinton, declaró que se sentía muy satisfecho con la "enérgica acción" contenida en la resolución, que "expresa la clara voluntad de la comunidad internacional de considerar inaceptables tales amenazas [las iraquíes]". "El Consejo de Seguridad", añadió, "ha dejado claro que no permitirá a Irak utilizar su fuerza militar para amenazar a sus vecinos".Clinton aseguró también que las fuerzas estadounidenses permanecerán en el golfo Pérsico hasta que la crisis provocada por Irak haya sido superada.

Kuwait acogió positivamente la resolución de la ONU. Un portavoz oficial dijo que representa un primer paso en la reconstrucción del sistema de seguridad para proteger al emirato de las agresiones del régimen de Sadam Husein.

En Bagdad, la reacción ha sido muy diferente. Los iraquíes acusan al presidente de EE UU de desencadenar la crisis del Golfo para apuntalar su popularidad de cara a las elecciones norteamericanas de noviembre.

Los iraquíes mantienen su fe en Sadam Husein a pesar de los efectos del embargo y de las sanciones internacionales, y culpan a Washington de todos sus males. "La ONU es un enorme juguete en las manos de EE UU", asegura Amin Ibrahim, un mecánico de 26 años. Preguntado sobre si el reconocimiento de Kuwait ayudaría a resolver el problema responde: "Los iraquíes simpatizamos con los kuwaitíes. Mi hermana está casada con un kuwaití y tienen ocho hijos. No creo que a un soldado norteamericano le vayan a preocupar mis sobrinos más que a mí".

Los efectos del embargo afectan a los niños iraquíes. Funcionarios del Gobierno indican que muchos de ellos mueren de meningitis y otras enfermedades por falta de medicamentos básicos en los hospitales.