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Washington y Londres quieren arrancar a la ONU un nuevo castigo a Irak

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas seguía reunido anoche, con el objetivo de aprobar una resolución destinada a limitar el movimiento de las tropas iraquíes en el sur del país. Estados Unidos y el Reino Unido forzaron la máquina para que la resolución saliera adelante, a pesar de la resistencia de Rusia que quería aplazar la votación hasta hoy para que el Consejo escuchará el informe del ministro de Asuntos Exteriores, Andréi Kózirev, sobre la negociación que ha conducido al reconocimiento de la soberanía de Kuwait por parte de Irak.Rusia, Francia y otros países utilizaron la sesión de la manana para proponer enmiendas al borrador presentado por Estados Unidos, y parte de esas enmiendas se abrieron camino a lo largo del día, de forma que la embajadora norteamericana, Madeleine Albright, señaló en un descanso de la reunión: "Hemos hecho muchos avances y tengo razones para confiar en que tendremos la resolución al final de la jornada".

Resignado a la votación, el embajador ruso, Vasili Sidorov, condicionaba el apoyo de su país a que se subrayaran los méritos de la negociación entre Rusia e Irak y el compromiso de este último de reconocer las fronteras con Kuwait.

En la resolución, avanzaron fuentes norteamericanas, se refleja el comienzo de la retirada de las tropas iraquíes del sur del país, pero se advierte que todavía no, se ha completado. Se autoriza a Irak a mantener en el Sur a unos 30.000 soldados, pero se exige la retirada permanente de la Guardia Republicana y el compromiso de no volver a enviar a este cuerpo de élite en dirección hacia Kuwait. Se recuerda además a Bagdad que debe cooperar con Naciones Unidas para completar el desmantelamiento de las armas de destrucción masiva. No hay alusiones explícitas, al uso de la fuerza pero se avisa a Irak que deberá hacer frente a "serias consecuencias" si no cumple la resolución.

Francia logró que se anulara la exigencia de que Irak comunique al secretario general de la ONU, con dos semanas de antelación, los movimientos de sus tropas en el Sur. El Gobierno de París, que no llegaba a amenazar con el veto, entendía que esa imposición lesiona la soberanía de Irak y le ata las manos para controlar cualquier emergencia que surja en Basora o en otro lugar y que no tenga nada que ver con la seguridad de Kuwait.

Las divergencias entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y alia dos durante la Guerra del Golfo- era bien recibida en Irak. Al Jumhuría, el diario semioficial del régimen de Bagdad, se regocijaba en su editorial de esta división y se felicitaba de que finalmente Rusia "haya vuelto a sus relaciones de amistad con Irak" y Francia "haya cambiado, la posición".

Cede la tensión

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Sobre el terreno cede la tensión militar, según confirmó el secretario de Estado de Defensa, Willian Perry, durante su visita a Kuwait: "No esperamos ningún ataque. El despliegue de la Guardia Republicana en el momento actual no es ofensivo". Perry aseguró que las tropas de Bagdad "parecen esperar medios de transporte" para avanzar hacia el norte.Sin embargo, el presidente Bill Clinton reiteró que las tropas estadounidenses permanecerán en el Golfo hasta que la Casa Blanca esté segura de que "la amenaza ha desaparecido".

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