Inflación y paro
LOS ÚLTIMOS datos de inflación y paro suponen un pequeño avance en la convergencia hacia Europa. Se trata, sin duda, de una mejora todavía demasiado escuálida. La economía española va en la buena dirección, pero a un ritmo demasiado lento. Y en la carrera de la unión monetaria la velocidad va a ser clave. Sólo entrarán los que lleguen a la hora. La subida del 0,3% en el índice de precios en septiembre es la mitad de lo que subieron en el mismo mes el año pasado y rebaja la tasa de la inflación interanual del 4,8% al 4,5%. Si este ritmo no se tuerce, el año puede terminar en el 4,2%. No se cumple el objetivo del Gobierno del 3,5%, pero es un avance respecto al 4,9% del año pasado.Buena parte de esta moderación se debe a la contención de los costes salariales. El problema sigue estando en los servicios y en el suelo. La liberalización del mercado del suelo que ha vuelto a plantear el Gobierno es más urgente que nunca. Esta misma semana hemos comprobado una nueva subida de los precios de las viviendas en Madrid, después de una temporada de rebaja. Sin embargo, la cuestión principal está en nuestra comparación con Europa. Bajar tres décimas en un mes está bien, pero la inflación está en el 1,7% en Francia, el 2,2% en el Reino Unido, el 3% en Alemania y el 3,9% en Italia.
El dato del paro también resultó mejor de lo esperado. En septiembre creció en 30.000 el número de personas que se registraron en el Inem en busca de empleo. Es la mitad del año pasado, y es importante que haya aumentado en la industria, la construcción y la agricultura. El incremento ha sido básicamente estacional, concentrándose en los servicios, lo cual es normal al coincidir con el final de la temporada turística. Además, septiembre suele ser un mes en el que aumentan las inscripciones por incorporarse los jóvenes que terminaron sus estudios el curso anterior. Además, en periodo de recuperación mejoran las expectativas y se animan más jóvenes a buscar empleo.
Pero si el esfuerzo en inflación es insuficiente, aún lo es más en materia de empleo. España tiene 2.561.682 parados inscritos en el Inem y 3.762.000 según la Encuesta de Población Activa. La causa principal es el rapidísimo ritmo de trasvase de la población rural a las ciudades y del sector primario a la industria y los servicios. Su absorción por el sistema productivo exige un esfuerzo suplementario en formación profesional, mejor organización empresarial y salarios ajustados a la productividad.
