Los políticos finlandeses se vuelcan por el 'sí' en el referéndum de hoy sobre la adhesión a la UE

ENVIADO ESPECIALApuraron los últimos minutos para arrancar un triunfo aplastante del kula (sí) en el referéndum de mañana, a poder ser superior al 64% que pronostican las encuestas. Gobierno centroderechista y oposición socialdemócrata de Finlandia echaron el resto en las últimas 48 horas -debates televisivos, declaraciones, ruedas de prensa- para conseguir que la mayoría de los cuatro millones de votantes aprueben la integración en la Unión Europea (UE).

El último sondeo registra un 50% de votantes a favor, un 28% en contra y un 22% de indecisos, lo que, ponderado, equivale a un 64% de síes y un 36% de noes. Están a favor de la integración los grandes partidos; los empresarios, los sindicalistas. Todos, salvo la población agrícola (un 8,9% del total), parte de las mujeres que temen perder sus beneficios sociales y una minoría urbana de signo alternativo.

¿Por qué apurar, pues? Ocurre que un resultado aplastante allanará el camino a la aprobación parlamentaria del resultado, que requiere una mayoría de dos tercios, fácil de conseguir si el voto popular es contundente.

Así, todos los argumentos se manejan del derecho y el revés en las últimas horas. El ministro de Economía, liro Viinanen alarmó con una situación "cercana a la catástrofe" si gana el no. Viinanen predijo el infierno.

El primer ministro, el centrista Esko Aho, insistió ayer en que la tradición neutralista no se esfumará, aunque "es razonable que entremos en la UEO como observadores". Y, rizando el rizo del voto de mañana defendió "un Estado fuerte también financieramente". "No veo por qué los criterios de convergencia de Maastricht dificulten la creación de empleos [el paro roza hoy el 20% de la población activa] sino al contrario, el exceso de déficit público [Finlandia tiene una deuda del 70% del PIB] perjudica a los más pobres, porque se corre el riesgo de que el Estado agote su capacidad asistencial".