_
_
_
_
Tribuna:ANÁLISIS
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Banesto de guardia

En lo que podría ser uno de esos juicios televisados que ahora están de moda en Estados Unidos, o un programa español de la pequeña pantalla, las maratonianas declaraciones de Juan Belloso, Enrique Lasarte y Arturo Romaní reafirmaron ayer, cada uno en su terreno, sus respectivas actuaciones en los puestos de mando y la comisión ejecutiva de Banesto entre 1988 y 1993.Juan Belloso reiteró -lo explicó por primera Vez en su carta al gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, del 1 de febrero de 1994- que la mayor parte de, las insolvencias exigidas por el banco emisor se concentraron en empresas de la Corporación Industrial y Financiera, que resultó ser para Banesto un glotón de créditos. Mientras, Arturo Romaní - ilustró, por su cuenta, esta teoría: "La Corporación se convirtió en un emparedado entre el banco y las empresas. Banesto quería dividendos, y las empresas necesitaban recursos para ampliar capital...".

Más información
Belloso enmienda la plana a Conde y asegura que hubo irregularidades en su relación con Oasis

Por lo que se refiere a Lasarte, éste insistió en su papel de hombre bueno entre Banesto y el Banco de España a la hora de facilitar datos e informaciones sobre asuntos que hasta su llegada habían sido considerados tabú: grupo Pueyo- Oasis, Dorna, Hachuel et al.

Belloso explotó las contradicciones del Banco de España en el caso Banesto, esto es, las marchas y contramarchas a lo largo de los últimos tres años.Apuntó que las mayores provisiones. propuestas suponían un cambio de criterio en 1993 respecto a 1992, cuando las exigencias para cubrir préstamos fueron considerablemente menores y se concedió a Banesto -un plazo de dos años para hacer los ajustes pactados. Vino a decir, pues, que con Miguel Martín como director general de la inspección se vivía mejor y que su sucesor, José Pérez, dio un tratamiento más duro a Lasarte un año después. Fue Belloso quien al dejar Banesto escribió a finales de 1992 que el banco emisor nunca había exigido a Banesto más que a los otros bancos.

Romaní, como responsable de la Corporación Industrial, se presentó en plan víctima de las dilaciones del Gobierno en la concesión de los beneficios fiscales solicitados en 1989 y de la guerra del Golfo. "La Corporación", dijo, "se transformó en una entidad financiera, dedicada a la venta de empresas. Yo no era un vendedor de empresas, y en cierto momento pensé que debía abandonar mi cargo...".

Lasarte accedió al puesto de consejero delegado en 1993, tras ser consejero desde 1987. ' Por tanto no tenía obligación de responder por todo. Pero fue solidario con sus compañeros con una excepción: puso en tela de juicio la credibilidad del director del Área Internacional y Corporativa, Javier Abad, quien explicó hace pocos días a la comisión, con lujo de detalles, las relaciones entre Banesto y Oasis. Su ajuste de cuentas con Abad no es nuevo ya que se inició en 1993. Lasarte defendió operaciones que él no urdió: Dorna, Oil Dor, Oasis y otras. Quizá por olvido o desconocimiento dijo que el pacto de opción ' de recompra del 1,5% de Banesto en poder de Oasis no había sido ejercido

Sí lo fue. Banesto recompró y vendió otra vez a Oasis el 1,5%. Se ideó una ingeniería _financiera para disfrazar las pérdidas por diferencia de cotización de los títulos de Banesto entre 1990 y finales de 1991 (compra del 50% de la sociedad Kerino, propietaria de dos aviones Airbús, por el doble de su valor)

Belloso admitió "ribetes de irregularidades" en Oasis, recordó la colocación de un 5% de la Corporación en Dresdner Bank con pacto de recompra: "No hay disculpa". Los tres, eso sí, fueron víctimas. De la crisis económica, de las participaciones industriales y ... del cambio de criterio del Banco de España. Difícilmente podían haber dicho otra cosa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_