Las lluvias torrenciales causan un muerto y siete desaparecidos tras barrer Cataluña de sur a norte

El temporal de levante que barrió ayer Cataluña de sur a norte ocasionó la muerte de una persona, la desaparición de otras siete y el desalojo del barrio marítimo del Serrallo, en Tarragona, y del pequeño pueblo de Porrera. Los cortes en carreteras, vías férreas y líneas de electricidad y de teléfono fueron constantes durante toda el día en las comarcas más afectadas por las intensísimas lluvias, que se concentraron especialmente en la provincia de Tarragona y en el sur de Barcelona. Cataluña estaba ayer en alerta G, la de mayor grado, ya que las lluvias, localizadas y de gran intensidad, alcanzaron los 400 litros por metro cuadrado en Alforja en dos horas y los 200 litros en Porrera.

Los servicios meteorológicos anuncian para hoy fuertes lluvias en toda Cataluña y la persistencia del temporal.Josep Maria Clapers, de 36 años, murió ayer ahogado en Bigues i Riells (Barcelona). Fuentes de Protección Civil anunciáron a media tarde la desaparición de dos trabajadores de una de las empresas del polígono industrial de Bigues i Riells y de un anciano de la población.

Esta localidad fue una de las que el pasado verano sufrieron el azote de los incendios que asolaron Cataluña. Las fuertes lluvias de ayer hicieron correr ríos de aguas de color ceniza en unas tierras que hace dos meses perdieron su protección de manto vegetal.

En Palau de Plegamans, (Barcelona), una madre y su hija, cuya identidad se desconoce, fueron arrastradas por las aguas cuando intentaban abandonar su vivienda. Un vecino que quiso ayudar a las dos mujeres vio impotente cómo eran engullidas por las aguas.

Pere Torres Esteller, de 30 años, se encontraba haciendo fotos de la impresionante avenida de la riera de Maspujols cuando las aguas embravecidas se tragaron la tierra a sus pies y él fue a parar al cauce de lo que hace sólo dos semanas era un lecho reseco y predregoso.

Un equipo de rescate, formado por miembros de la Cruz Roja y de los Bomberos de la Generalitat, buscaban anoche, con pocas esperanzas de encontrarlo con vida, a Pere Torres frente al litoral de Cambrils.

En la localidad barcelonesa de Navarcles, un monitor de un centro de ocio juvenil cuyo nombre se desconoce, fue arrastrado por la avenida del río Calders cuando atravesaba el puente que une la población con un monasterio. El monitor se encontraba en el puente junto con una chica, que pudo zafarse del golpe de agua y salvó de esta forma la vida.

En Tarragona, la intensísima lluvia a media mañana contribuyó a acrecentar la impresión de miedo entre los vecinos del barrio marinero del Serrallo. El río Francolí, que hace sólo dos semanas era un exiguo canalillo de agua sólo perceptible por su mal olor, estaba crecido hasta el extremo de ocupar la totalidad de su ancho cauce y de agrietar el muro de contención que hace frontera con el Serrallo.

Protección Civil decidió a media tarde proceder a la evacuación del millar de personas que viven en la zona -la mayor parte de avanzada edad- ante la posibilidad de que el muro, construido cuando se desvió el Francolí para ampliar el puerto de Tarragona, no fuera capaz de contener la colosal fuerza de las aguas desbordadas.

Los vecinos del Serrallo fueron alojados provisionalmente en la Ciudad Residencial de Vacaciones, dependiente de la Generalitat.

Ya desde primeras horas de la manaña numerosas carreteras comarcales -y algún tramo de alguna nacional- tuvieron que ser cortadas al tráfico en las comarcas tarraconenses del Priorat, Alt Camp, Baix Camp y Tarragonés.

Barcelona y Tarragona quedaron ayer aisladas por tren del resto de España. Hacia el norte y el centro, la vía férrea se encontraba cortada en Picamoixons y entre Móra la Nova y Reus. Hacia el sur, había problemas entre las localidades de L'Ametlla de Mar y L'Ampolla. Renfe dispuso de una flota de autobuses para efectuar transbordos desde los puntos cortados por las aguas.

A última hora de la tarde de ayer, los ríos, que por la mañana habían aguantado el empuje inicial de las aguas, comenzaron a dar síntomas de agotamiento y se desbordaron en distintos puntos. Era el caso del Llobregat, que inundó campos de cultivo en su tramo medio. El río Francolí se desbordó a su paso por L'Espluga, población en la que nace.