Tres en una
El PSE-EE, IU y el PP, los tres, fueron a predicar este fin de semana a Barakaldo, en la orilla industrial de la ría bilbaína. Por turnos, los tres convocaron en el mismo sitio: la plaza de los Fueros. El PSE abrió la tanda el sábado por la mañana. Casi llenó. Pongamos unas dos mil personas, más el habitual cinturón de mirones, la mayoría jubilados de paseo. Alfonso Guerra jugaba en casa. Nicolás, que lleva con mucho brío la intendencia de la campaña, no esperaba menos. "En el congreso de Suresnes, la agrupación de Barakaldo era más grande que la andaluza". Y algo de aquello queda. Unos cuantos militantes sudan la campaña, gratis. Por ejemplo, un bilbaíno que trabaja en aparcamientos ha cogido vacaciones para echar una mano. Sonido y tarima se contratan. Y las sillas, 500 en Barakaldo, se alquilan. El resto lo pone la militancia.Un episodio inevitable de los mítines socialistas son las visitas. El viernes, los insumisos le hicieron el pasillo a Jáuregui en Rentería. El sábado, se presentaron unos vecinos a amargarle la fiesta a su alcalde. No quieren que en los bajos de su casa pongan una comisaría... de la Ertzaintza. "No tenemos nada contra la Ertzaintza, pero poner un comisaría es como tener un depósito de gasolina bajo los pies. Además, ya nos han expropiado el tejado para poner una antena", se quejaba una vecina. Se fueron sin esperar al mitin de Guerra.
A estos vecinos los apoyan algunos radicales que tuvieron unas cuantas palabras con una parte del público que se les había puesto delante con banderolas socialistas para quitar visibilidad a la pancartería. "Asesinos", se rebotaban mutuamente. Aunque era dificil escucharlos, porque en estos casos se sube el volumen de la megafonía. De todos modos, al final no pasó nada. Como tampoco pasó en el mitin de Izquierda Unida de la noche. Un muy menguado público, pongamos un centenar, de pie, se confundía con los nenes y los papás que acostumbran a pasar la tarde en la plaza. Quien sí estaba allí ex profeso era Mari. Tiene 73 años. Comunista de toda la vida, tuvo a Pasionaria de maestra nacional en Gallarta, un pueblecito de al lado. "Entonces, éramos como primos hermanos con los socialistas. Lo que ha pasado es una lástima". Quizá recordando tiempos pasados, Mari se trajo a una amiga suya, socialista, que también había ido al mitin de la mañana, el de los suyos. Se fueron antes de que todo terminara.
Además del habitual e involuntario auditorio de jubilados, el PP consiguió sentar a 300 personas. Hace cuatro años, en este mismo Barakaldo, se habían cobijado en un cine. Ayer era un día importante, porque por primera vez en el País Vasco el PP daba un mitin en una plaza pública, sin cercos ni precauciones extras. El propio candidato, Javier Mayor Oreja, se mostró orgulloso de ello. Los buenos horizontes demoscópicos, además, les tienen muy animados.