"Las ratas del Prado son el triunfo de lo cutre"
El museo municipal de Lugano exhibe actualmente la antológica más completa de su obra mientras prepara una muestra centrada en su etapa surrealista que se abrirá en Teruel el 28 de octubre. El pintor Antonio Saura (Huesca, 1930), que acaba de ser contratado por la galería Marlborough, prosigue dibujando su diario. El último dibujo que ha realizado muestra a Las meninas devoradas por las ratas, la noticia que más le ha impactado recientemente y que considera que es producto del momento cutre que vive España.Pregunta. Su operación le ha tenido tres años sin pintar, pero ahora está hiperactivo.
Respuesta. La operación de cadera no me ha dejado pintar, porque yo necesito moverme mucho delante del lienzo. Pero no he estado parado. He dibujado mucho. Ocurre que ahora están estás dos exposiciones. La de Lugano es la mejor retrospectiva que se ha hecho nunca con mi obra y me ha permitido reflexionar mucho. Hay cosas que no veía desde hacía 30 años.
P. ¿A Teruel va esa misma exposición?
R. Sólo el período surrealista. Lo que pinté entre 1948 y 1954. También publicaré un libro con textos inéditos sobre surrealismo. Me emociona mucho contemplar esa etapa de mis primeros años. Muchas de esos cuadros son Míos.
P. ¿Es de los artistas que se quedan con toda la obra posible?
R. Me la quedaba porque no vendía. Y eso que en algunos cuadros, por detrás va escrito el precio: mil pesetas. Pero de los años posteriores ya tengo pocas cosas.
P. Al no poder pintar empezó a dibujar un diario. Un dibujo cada día sobre la noticia que más le hubiera impactado. ¿Ha mantenido la disciplina?
R. Sí, tengo una disciplina estrictísima. Si por alguna causa no lo he podido hacer en el día, al día siguiente hago. la tarea pendiente. Y también he hecho más cosas, como las ilustraciones de una nueva edición de Pinocho que saldrá a finales de año. Me ha costado mucho porque tienes que ser Fiel al texto sin traicionar tú grafología plástica.
P. ¿Qué es lo último que ha dibujado?
R. Mi dibujo del jueves fue Las meninas comidas por las ratas. Es una de las noticias más cutres de la historia. Quizá sea bueno, un signo de valentía decirlo desde la presidencia de un patronato como el del Prado. Al mismo tiempo es espantoso, subdesarrollado. Es como lo, del lanzamiento de billetes de Greenpeace sobre el Fondo Monetario Internacional. Creo que está bien que se haya hecho eso. Es un acto impositivo de declaración de la verdad, pero también demuestra que en la vida española hay mucho subdesarrollo. Creo que la palabra cutre no tiene traducción en otras lenguas. Es algo puramente español. Los franceses tienen el término miserable, sucio. Pero cutre, no. Insisto en que no es sólo un problema de la cultura. Es la vida española. Pensemos en como están los tribunales. En fin...
P. ¿La solución final del Reina Soria se ha resuelto de una manera cutre o elegante?
R. Es complicado para mí. Soy amigo de Corral y de Carmen Alborch. Lo que sí creo es que el cese de Tomás Llorens no se debió de producir nunca. Fue algo penoso para la cultura española. La dimisión de Calvo Serraller al frente del Prado ha sido gravísimo. Calvo tiene cultura, ideas y entusiasmo. Cualquier dimisión de ese tipo es traumático porque rompe la vida en la institución. De todas formas creo que la dirección de un museo debe ser siempre personalizada. No conozco ningún museo importante donde el director no pueda imponer su criterio. Desde esta óptica, un ataque a María Corral es injustificado. Su actividad se puede discutir, pero no descalificar. Si es cierto que este cese está provocado por la defensa del arte nacional frente al internacional, es un gran error.
P. ¿No cree que el arte español ha estado marginado en el Reina Sofía en la etapa de Corral?
R. Creo que en España, antes de nada, necesitamos ver lo que se hace fuera. Este país no ha visto todavía lo que no pudo ver durante los años de represión ni se ha podido decantar. En el Reina Sofía no está bien representado el arte español. Esa colección de debe completar, pero son cosas distintas. En las exposiciones temporales, la primacía debe de ser para el arte foráneo, en la colección, para el arte español. A partir de mostrar lo que se hace en el resto del mundo, el arte español podrá ser universal.
P. ¿Cree que un político como José Guirao podrá encontrar ese equilibrio?
R. Hablar de Guirao me es muy difícil porque también es muy amigo. Creo que un director de un museo debe ser un especialista en arte contemporáneo con ideas propias al que hay que dejar actuar y juzgar después de unos años. A Llorens no le dejaron, actuar ni mostrar su capacidad creadora.
P. ¿Un artista sería un buen director de museo?
R. Sinceramente, no. Me duele la situación de estos dos museos porque junto al Thyssen podrían configurar un triángulo fantástico. Creo que sé está confundiendo lo que es el arte protegido, algo nefasto, con la protección al arte.
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