La OTAN se ampliará hacia los países del Este que antes se integren en la UE

La ampliación de la OTAN recibió ayer un serio impulso en la última sesión del encuentro que sus 16 ministros de Defensa han celebrado en Sevilla. Los cuatro países del grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, Chequia y Eslovaquia) han quedado consagrados como los candidatos preferentes a incorporarse a la organización, nórdicos aparte. Y se ha consensuado explícitamente el principio de que el acceso a la Alianza Atlántica y la integración en la Unión Europea (UE) deben realizarse en paralelo. Ahora bien, todavía no hay calendario.

Las prisas alemanas por acordar esa ampliación fueron frenadas por EE UU, temeroso de que una estrategia precipitada de ampliación hacia el antiguo bloque soviético multiplique los actuales recelos de Rusia.Debemos decir muy pronto a quién queremos acoger en la OTAN y a quién no". Así abrió fuego el ministro alemán, Volker Rühe. Y propuso los requisitos exigibles a los aspirantes: que hayan manifestado su deseo de integrarse y que aspiren a incorporarse a la Unión Europea.

"El círculo de países" aspirantes, precisó Rühe, "es idéntico" al de los candidatos a integrarse en la UE y que son ya "miembros asociados de la UEO", la Unión Europea Occidental, el pilar europeo de Defensa. "Sólo los futuros candidatos a la UE son candidatos genuinos para entrar en la OTAN", explicitó. Todos aprobaron este planteamiento global entre lo militar, lo económico y lo político. Y así Rühe pudo decir que su propuesta concitó "amplio consenso", sin que surgiera "ninguna alternativa".

Donde surgieron los matices fue a la hora de explicitar los candidatos. Alemania propuso directamente a Polonia y los otros tres países de la Europa central como componentes de un "primer círculo". "Varios ministros se han referido efectivamente al grupo de Visegrado", confirmó el secretario en, funciones, Sergio Balanzino. Visegrado, pues, se ha colocado en primera línea de salida. Pero otros precisaron, como el español Julián García Vargas, que previamente hay que "incorporar a Austria o Suecia", lo que llevará un tiempo que posibilite una evolución desde su tradicional neutralismo.

Y donde estallaron las discrepancias fue a la hora de concretar las aspiraciones alemanas a la celeridad en el calendario y en el compromiso formal con los aspirantes. El secretario de Defensa de los EE UU, William Perry, fue el encargado de echarles el jarro de agua fría: "Las respuestas no podrán ser ofrecidas rápidamente", dijo, "sólo hemos empezado la discusión, por eso yo he enfatizado en la profundización del mecanismo de Asociación por la Paz", la antesala de la OTAN. "Los de Visegrado necesitan tiempo para realizar sus reformas institucionales, probablemente pasarán años antes de que puedan integrarse", remató García Vargas, quien sin embargo subrayó el deseo compartido "de acelerar" su Integración.

Desde el telón de fondo del debate asomaba la inquietud por Rusia, que ha reiterado su oposi ción a la integración en la OTAN de sus vecinos y antiguos socios del Pacto de Varsovia. Perry insistió en que no se puede comprar la estabilidad de la Europa central a costa de incrementar la turbulencia en la Oriental. Para disolver este obstáculo se acordó aumentar las relaciones de la Alianza con Moscú. El objetivo es "convencerle" de que la OTAN no constituye una amenaza para sus intereses. Y se llegó al detallismo de acordar el aumento de visitas a Bruselas y de contactos, "especialmente con los militares de graduación media y los jóvenes funcionarios".

La ampliación al Este quedó ligada a la apertura hacia el Sur. "Debemos mirar hacia el sur", reiteró el secretario de Defena norteamericano, "porque el foco de los problemas se está despalzando hacia el Mediterráneo". Con estas palabras de Perry quedaba certificado el consenso que entre los ministros de Defensa halló la iniciativa española, consistente en establecer unos diálogos regulares con los países moderados del Norte de África, para evitar el peligro del fundamentalismo. "España ha conseguido consolidar la atracción de la OTAN hacia el flanco sur", completó, satisfecho, García Vargas. La primera muestra de este diálogo es la invitación a Marruecos para que asista en noviembre, como observador, a los ejercicios italo-franco-españoles Tramontana en Almería.

García Vargas anunció que España se propone "participar al máximo en la estructura" de la organización, y "aprovechar" todos los resquicios para proponer altos cargos, "con el único límite de las condiciones del referéndum de 1986".