... y límpiate bien la boca
Las dentaduras de miles de ninos se revisan gratis con juegos y guiñol
Con Bárbara no hubo Tanera. Cuando se acerco al sillón del dentista comenzó con los pucheros. Y después la citada monada rubia rompió a berrear, haciendo caso omiso de la maniobra' de Alberto. Ferrera, el odontólogo, consistente en quitarse la bata, ponérsela a un chavalín de cinco años y disfrazarle de sacamuelas con mascarilla y espejo. Y mira que Bárbara, coleccionista de Barbies, había visto en la tele imágenes amables de la I Feria de Salud Dental Escolar, una carpa instalada desde anteayer en Felipe II. Y le había dicho a su madre, tan rubia como ella, que la llevase a la gran tienda blanca.Algo la luz brillante en las caras de los críos tumbados en los sillones, la novedad impresionó a Bárbara, de cuatro años. Antes de que dieran las cinco, hora en que la carpa abría sus puertas, ella estaba pendiente de si había niños en la cola o no. Y de ello informaba a la madre. Un cuarto de hora después lloraba a gritos. Pese a números así, casi todos los niños abrían la boca pacientemente y el dentista, Alberto Ferrera, secretario del Colegio Regional de Odontólogos y Estomatólogos, asociación que ha montado el invento, decía: "Esta tarde están viniendo unos niños con unas dentaduras que da gloria verlas". Pero la estadística es cruel con los niños madrileños. Un estudio de 1991 hecho a 1.150 chavales arrojaba índices de caries de entre el 64% y el 79%.
Ferrera ofrecía a los padres todo tipo de explicaciones y a los niños su buen hacer y su sonrisa. Otros tres sillones funcionaban a todo gas y los pequeños pacientes recibían el espejito con el que habían sido explorados de regalo. Los padres se llevaban un folleto con la información completa sobre la boca de sus retoños: si necesita flúor, si tiene caries o encías enfermas...
La mañana la copan los colegios; la tarde, padres e hijos, y alguna abuela despistada que se empeña en hacerse examinar. El colegio de dentistas calcula que 8.000 críos van a sentarse en el sillón. El Ayuntamiento y la Comunidad regalan folletos, calendarios para colorear cuando se cepillan los dientes y carteles. Los críos disfrutaban de todo lo que en la carpa es para jugar: un guiñol en el que Pinocho grita: "¡No seas cabezota y límpiate bien la boca!"-, dibujos animados, fotos con ordenador... y lecciones de cepillado con dentaduras grandotas. Y una boca gigante llena de dientes blanquísimos, donde un payaso saca a dos niños al estrado y pregunta:
-¿Cómo te llamas?
-Tatiana contestaba una niña larguirucha.
-¿Castaña? -le respondía el payaso, muy elegante, con un sombrero que semejaba un teléfono. (Risotada general del auditorio).
-Tatiana articuló la niña más clarito.
-¿Que vas a venir mañana? insistió el payaso. Más carcajadas. Tatiana tuvo que llenar media boca de dientes y de muelas que los otros niños le tiraban desde el auditorio. Le ganó por un diente su oponente varón, Fernando.
I Feria Dental Escolar. Plaza de Dalí. Mañanas, visitas de colegios. Tardes, de 17.00 a 21.00. Hasta el 2 de octubre.
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