El belga Claes tiene casi asegurada la elección como secretario de la OTAN
El ministro de Exteriores belga, el socialista flamenco Willy Claes, tiene ya asegurado el voto de 14 de los 16 Estados miembros de la OTAN para ocupar la secretaría general de la organización, vacante desde agosto pasado, en que falleció Manfred Wörner. Sólo faltan Dinamarca y Noruega. Los ministros de Exteriores de la Alianza Atlántica, que se reunirán informalmente a partir de hoy en Nueva York, adonde acuden para asistir a la Asamblea General de la ONU, pueden convertir su encuentro en una reunión formal para designar al sucesor de Wörner.Hasta el momento sólo hay un candidato oficial: Willy Claes. Si logra la unanimidad, será el segundo secretario general belga y el segundo socialista en la historia de la OTAN. Sólo un belga (también flamenco) y sólo un socialista han encabezado la organización. Y ambos eran el mismo: el legendario Paul Henri Spaak, líder de la resistencia antinazi, elegido secretario de la organización en 1957.
El penúltimo nubarrón se ha despejado esta semana. El embajador turco ante la OTAN manifestó que su país estaba dispuesto a vetarle -la elección requiere unanimidad-, para "castigar" la tolerancia belga hacia las manifestaciones de resistencia del pueblo kurdo que menudean en Bruselas. A las pocas horas, el Gobierno de Ankara desautorizó a su representante. El antepenúltimo impedimento se llamaba Hans van den Broek, el comisario holandés de la Unión Europea encargado de las Relaciones Políticas Exteriores, cuya capacidad de suscitar antipatías hizo desistir a su propio Gobierno a la hora de proponerle.
Sólo un obstáculo
De modo que queda un único obstáculo: obtener el asentimiento de Noruega y de Dinamarca, que todavía no se han definido. Aunque informalmente -pues no se han presentado sus candidaturas oficialmente, para lo que tienen de plazo hasta el martes- el noruego Thorvald Stoltenberg, quien fue mediador de paz en la antigua Yugoslavia, y el ex ministro danés de Exteriores, el liberal Uffe Ellemann-Jensen, siguen aspirando a ocupar el cargo. Stoltenberg, un diplomático de prestigio, pertenece a un país que todavía no forma parte de la Unión Europea, lo que no es bien visto por los Doce. El nombre de Ellemann ha surgido demasiado recientemente, cuando el consenso está prácticamente fraguado en torno a Claes. Si el danés se hubiera presentado antes, la disputa habría estado asegurada. Atlantista declarado, Ellemann habría obtenido el apoyo de británicos y norteamericanos, frente a los europeístas. Es ésta una distinción de matiz entre los que siguen privilegiando los asuntos del Este entre los objetivos de la OTAN (los atlantistas) y quienes sin desdeñarlos, prefieren profundizar en otras dimensiones, como la mediterránea o el pilar europeo de defensa (los europeístas).Pero llega tarde, cuando la mochila de Claes acarrea 14 votos y la entrada formal en liza de otro candidato se interpretaría como "una operación sospechosa para vetar al belga", según un diplomático acreditado en Bruselas. Otro diplomático señaló que noruegos y daneses probablemente quieren mantener el suspense hasta el final "para dar fe de la existencia de un grupo nórdico" y quizá para negociar contrapartidas por su retirada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.