Las multinacionales deben constituir un comité de empresa europeo en tres años

Las empresas y grupos empresariales de "dimensión comunitaria" implantados en varios países de la Unión Europea (UE) deberán contar, en el plazo de tres años, con un comité de empresa conjunto. O, en su defecto, con un mecanismo, también conjunto, de información y consulta a los trabajadores. Así lo decidió ayer, tras 13 años de discusiones, el Consejo Europeo. Los ministros de Trabajo rechazaron definitivamente las enmiendas del Parlamento Europeo que pretendían radicalizar la directiva.

La directiva se aplicará en las empresas que ocupen a 1.000 o más trabajadores en el área comunitaria y que además estén implantadas en, al menos, dos Estados miembros, empleando a un mínimo de 150 trabajadores en cada uno de ellos. También se aplicará en los "grupos de empresas de dimensión comunitaria" con igual cifra de plantilla mínima. Se presume que hay vinculación de grupo cuando una de las empresas posea la mayoría de capital de otra, disponga de la mayoría de votos en su junta general o pueda nombrar a más de la mitad de sus consejeros.El objetivo de la directiva es adaptar la realidad social a la nueva realidad empresarial, que ha sufrido un acelerado proceso de concentraciones, absorciones y asociaciones, y asegurar de esta manera "que las actividades económicas se desarrollen de forma armoniosa" en toda la UE. La directiva afectará a las grandes empresas europeas, incluyendo a las filiales de multinacionales de otros países que estén residenciadas, con personalidad jurídica propia, en la UE.

El objetivo de estos nuevos comités de empresa europeos se circunscribe, de momento, a que "los trabajadores sean debidamente informados y consultados" sobre las decisiones que se adopten en la casa matriz, cuando ésta radique en un Estado miembro distinto de aquél donde trabajan. La directiva no tiene eficacia jurídica en el Reino Unido, que está fuera del protocolo social, aunque Ias empresas británicas la aplicarán voluntariamente" según dijo ayer el ministro de Trabajo español, José Antonio Griñán. El secretario general de la UGT, Cándido Méndez calificó la iniciativa de "paso histórico para el sindicalismo europeo". Portugal se abstuvo en la votación, lo que no obstaculiza la unanimidad.

Los nuevos comités serán creados tras negociaciones entre la dirección y los representantes sindicales, por propia iniciativa o a petición -escrita- de un mínimo de 100 trabajadores, o de sus representantes. El plazo para iniciar estas negociaciones es de tres años. Pero en muchos casos se acelerará, dada la fuerza moral de la normativa europea como argumento en la negociación colectiva.

El Consejo no tomó en cuenta ninguna de las recomendaciones que recientemente le hizo el Parlamento Europeo. Éste había propuesto que el límite mínimo para aplicarla fuese de 500 trabajadores, residenciados en, al menos, dos Estados miembros. Y recomendó que el plazo para comenzar las negociaciones fuese de un año y medio. La patronal UNICE se opuso a esta pretensión. El Consejo, "en aras de la necesaria unanimidad", según Griñán, ha desoído estas recomendaciones.