Barceló expone en Londres 10 años de pintura

Miquel Barceló, tímido, retraido y muy despierto en todo lo que se refiere al exclusivo mundo de la pintura, inauguró ayer en la galería Whitechapel de Londres la ma yor exposición de su obra, hasta el momento. Una obra en constante evolución del pintor español que ha conseguido alzarse con el éxito internacional en menos tiempo -apenas tiene 37 años- que le aproxima más al mundo emocional literario que al de la fría representación de imágenes. "En la cultura todo está conectado, yo me siento más cerca de los poetas que de los fotógrafos", dice el pintor.

Barceló fue agasajado ayer por el mundo artístico británico, fiel a la pasión por la pintura. "En Londres encuentro esa fidelidad hacia los artistas que uno no encuentra en París, por ejemplo", explica Barceló, "en París te hacen caso o no dependiendo de si la pintura está de moda o no, pero a mí me va bien, me gusta que me dejen en paz". La exposición de la Whitechapel, un espacio que a Barceló le parece el mejor de Europa, recoge una amplia muestra -más de 30 cuadros, varios bronces y trabajos sobre papel- de los, últimos diez años de actividad del pintor. Están en ella los cuadros casi blancos de su última etapa en Nueva York, justo cuando en 1987 se produjo un punto de inflexión en su pintura y el joven artista consagrado decidió buscar inspiración en Mali. La muestra es una coproducción de Whitechapel y el IVAM de Valencia, en donde se exhibirá en el próximo mes de febrero. "Me había quedado sin paisaje, mis cuadros eran como un desierto, recuerdo que hasta mis amigos me lo decían", declara.Barceló, que se confiesa cada vez más incapaz de encontrar las respuestas a las preguntas, que ha abandonado el vicio del tabaco por el simple jugueteo con una pipa humeante, sigue contemplando la pintura como una parte del todo en la comunicación de la experiencia de la vida. "Para mí", explica, "Beaudelaire es tan importante como Velázquez; he aprendido de todos. No creo en la historia académica de la pintura, por eso digo a veces que Goya es más moderno que Matisse. Todo está en el mismo plano de la experiencia, y cada uno tiene su propio camino".

En Londres, la exposición -que se inaugura hoy para el público- permanecerá abierta hasta el 20 de noviembre, coincidiéndo con diversas actividades que van de conferencias sobre el pintor hasta proyecciones de películas de directores españoles como Luis Buñuel y Carlos Saura. El pintor mallorquín confiesa que siente vértigo contemplando los cuadros más antiguos. "Una vez que llego a pintar un cuadro que me parece lo bastante acabado como para constituirse en sistema, entonces, inmediatamente, paso a hacer lo contrario, porque de lo que se trata es de huir de los sistemas".

Barceló vive actualmente a caballo entre París, Mal¡ y su refugio de Mallorca. "Necesito los tres sitios. A veces querría quedarme para siempre en Mali, pero me doy cuenta de que eso me impediría el contacto con galeristas y que no podría seguir exponiendo. En Mal¡ tengo una casa sin ninguna comodidad, en un pueblo de cien habitantes".

Los cuadros de la Whitechapel transpiran esa esencia material de su pintura en la que, como él mismo explica, el modelo está dentro del propio cuadro. Cadáveres de animales, rostros humanos, paisajes vacíos, toda una pasión por la materia desprovista de brutalidad y llena de poesía. En esta ocasión, los cuadros no desprenden ningún olor de materia descompuesta, sino que transmiten una impresión de luz viva. "La pintura no ha cambiado demasiado en los últimos siglos, desde el punto de vista técnico", explica Barceló. "Los pintores seguimos usando los mismos pigmentos y pinceles, lo que ahora se exige es la necesidad de establecer nuevas relaciones con la realidad". En su breve estancia en Londres, Barceló acude a la National Gallery para contemplar una y otra vez La Venus del espejo, de Velázquez, un cuadro que le fascina.

En cuanto a los críticos y su siempre afilada lengua, el pintor parece poco vulnerable. "Yo mismo he elegido los Ojos a través de los que quiero que se vea mi pintura".