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Las armas pesadas serbias se alejan de nuevo de Sarajevo

Los serbios de Bosnia iniciaron ayer el repliegue de sus armas pesadas, aquellas que habían entrado en la zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor de la capital bosnia, en desafío a la OTAN. La presencia de armas de calibre superior a 12,70 milímetros en un radio de 20 kilómetros alrededor de la capital bosnia vulnera las condiciones, impuestas en febrero por la OTAN.La Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en Bosnia-Herzegovina ha negado la existencia de un nuevo ultimátum a los serbios de Bosnia en el caso de que sus armas pesadas no abandonen la zona prohibida.

El teniente coronel Tim Spicer, portavoz oficial de Unprofor en Sarajevo, reconoció ayer que los cascos azules vigilan de cerca los movimientos de seis o diez armas pesadas, presumiblemente en retirada, antes de adoptar solución alguna. El lunes, el general serbio Manojlo Milovanovic firmó la orden de retirada de estas armas.

La ausencia de Ratko Mladic, máximo jefe militar serbo-bosnio, ha alimentado los rumores de que éste resultó herido por los musulmanes en la frontera de Krajina. El general musulmán Atif Dudakovic afirmó ayer en la televisión croata que sus hombres estuvieron a punto de capturar a MIadic, quien huyó precipitadamente dejando atrás su vehículo y guerrera. Los serbios han desmentido que MIadic resultara herido.

Los miembros del grupo de contacto (EE UU, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania) se declararon ayer "muy satisfechos" tras reunirse ayer en Belgrado con el presidente Slobodan Milosevic. La comunidad internacional ha iniciado la vigilancia del papel de Belgrado en el embargo de los serbios bosnios. De cumplir el cierre de frontera, reducirá el embargo.

El método a seguir tras el último desafío serbio ha vuelto a enfrentar a la ONU con la OTAN. El general Rose se inclina por la negociación, evitando poner en peligro a sus cascos azules. "Algunos piden: azota la mula con un látigo; pero eso hace que el animal se ofusque y rechace caminar". Y añade con ironía británica: "Los viejos muleros conducen al animal con el sonido del látigo en su oído".

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