Competencias desperdigadas
La Conferencia Sectorial de Medio Ambiente no se había reunido en los dos últimos años. En marzo se retomaron en Menorca las conversaciones en lo que fue el preámbulo de la conferencia de Guadalupe.Ayer se aprobó finalmente el reglamento que fija el mecanismo de estas cumbres, que se celebrarán al menos dos veces cada año.
Cristina Narbona, secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda, destacó la importancia de estas reuniones: "Perseguimos que sean de verdad un órgano de gestión coordinada del medio ambiente, ya que las competencias están tan desperdigadas". Francisco Jambrina, consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, valoró como "muy positiva" la reunión, y añadió: "es importante que estemos todos en el mismo barco y debatiendo sobre los mismos asuntos".
La dispersión de competencias y descoordinación entre las distintas administraciones viene siendo uno de los puntos que más se ha criticado a España desde Bruselas y por grupos ecologistas.
En la reunión de Cáceres uno de los asuntos predilectos en las conversaciones de pasillo fue la polémica por la autovía de Valencia. Los consejeros de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Fernando López Carrasco, y de Valencia, que curiosamente se apellida igual que el presidente manchego, Emérito Bono, compartieron más de un café.
Si Extremadura aprovechó para enseñar Monfragüe -uno de los más directos candidato a nuevo parque nacional- a los consejeros de Medio Ambiente de toda España; el ministro Borrell y el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, llevan dos semanas enseñándoles a los periodistas la causa de su discordia: las bellas Hoces del Cabriel, amenazadas, más o menos cerca, más o menos tangencialmente, por la autovía de Levante.
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