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La policía francesa halla 230 kilos del explosivo amerital en el 'zulo' de ETA próximo a Bayona

El taller de fabricación de bombas desmantelado en Mouguerre, en las inmediaciones de Bayona (Francia), albergaba unos 230 kilos del explosivo amerital distribuidos para su conservación y traslado en otros tantos envases de tetrabrik. El hecho de que estos envases, similares a los utilizados para la comercialización de la leche, sean, a su vez, idénticos a los incautados a los comandos de ETA, refuerza la tesis de la policía francesa de que ése es el taller que abastecía de explosivos a los comandos de la organización. En relación con este laboratorio fue detenida ayer una sexta persona, Sabino Zubillaga Beloki, que ya había sido capturado en Francia en 1987, cuando escoltaba un vehículo cargado con 1.500 kilos de explosivos.

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"Les hemos cerrado el grifo, pero tampoco tenemos la seguridad de que no dispongan de otras infraestructuras y de medios para continuar fabricando sustancias explosivas y nuevas bombas", indicó ayer uno de los agentes que participaba en el registro de la vivienda.La policía francesa ha sumado la detención de Sabino Zubillaga a las cinco practicadas el miércoles: el propietario del chalé que albergaba el zulo (escondite) en el sótano, Ernest Arrambide; su esposa Maialen, el padre del primero, Txomin, candidato de HB en las últimas elecciones al Parlamento navarro, y los activistas Kepa Múgica Garmendia y José Martín López Castañares.

El último, que ya cumplió en Francia una pena de cinco años de cárcel por conducir en compañía del dirigente José María Arregui Erostarbe, Fiti, un camión cargado con 1.500 kilogramos de amosal, fue arrestado en una vivienda de Bayona cuyo registro no aportó resultados.

Zubillaga, natural de Alegría (Guipúzcoa), no fue expulsado de Francia una vez excarcelado, ya que disfruta de la ciudadanía francesa por estar casado con una mujer de ese país. El registro del restaurante de Bayona regentado por Ernest Arrambide aportó nuevas pruebas, como tampoco otras pesquisas realizadas a lo largo de la jornada.

El hallazgo de las 200 cajas de amerital obligó a media mañana de ayer a suspender el minucioso registro del zulo que dirige personalmente la juez parisina para asuntos de terrorismo Laurence Le Vert, a la espera de que los expertos en explosivos de la policía francesa evalúen el riesgo.

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El amerital es un explosivo compuesto de amosal y TNT (trinitotolueno), al que al solidificarse se le da forma de ladrillo para permitir su mejor transporte. Su potencia mortífera es tres veces superior al amosal, aunque es más sensible a la humedad.

Desmayados

A la vista del explosivo almacenado, algunos agentes constataron con alarma el riesgo que corrieron el miércoles al derribar con una excavadora los muros que ocultaban el zulo. También los activistas Kepa Múgica Garmendía, hermano del que fuera máximo dirigente, Pakito, y José López Castañares, Xabi, experto en electrónica y antiguo miembro del comando Madrid, corrieron con su parte de riesgo, ya que un recipiente con ácido volcó en el interior del laboratorio por el movimiento provocado por la maquinaria pesada. "Estaban con los brazos en alto y medio desmayados por el efecto de los izases, estaban pálidos por la situación o porque llevaban mucho tiempo si ver el sol", señaló uno de los agentes que participaron en la operación.

También se han encontrado componentes electrónicos, detonadores, artefactos de tipo lapa, así como grandes cantidades de nitrato amónico y aluminio, utilizadas para la fabricación de explosivos. Las únicas armas encontradas son dos pistolas que supuestamente pertenecen a los dos liberados (a sueldo) de ETA. El número de bombas y la cantidad de explosivo producido en el sótano de Mougerre es una incógnita. Se estima, a partir de los explosivos utilizados por ETA, que ésta ha podido fabricar en los últimos ocho años unos 7.000 kilos de amosal, pero no existe constancia de que toda esa producción haya salido del taller de fabricación de armas y explosivos localizado hace año y medio en Bidart, y del desmantelado el miércoles en Mouguerre. De lo que sí existe constancia por el análisis de huellas, es de que Múgica Garmendia y López Castañares estuvieron presumiblemente dedicados a la misma tarea en el taller de Bidart antes de que la policía reventara ese zulo en febrero del pasado año.

"Nos inclinamos a pensar que Múgica y López componen uno de los equipos encargados de la producción de explosivos. Fueron llevados a la casa de Mouguerre para que trabajaran durante una temporada, y probablemente iban a ser sustituidos por otros pasado cierto tiempo.

Meses de vigilancia

Otras fuentes sostienen que, en cualquier caso, la casa de Mouguerre ha estado sometida a vigilancia policial varios meses, a la espera de una hipotética visita de alguno de los máximos responsables de ETA, preferentemente Iñaki de Gracia Arregui, Iñaki de Rentería, y José Luis de la Calle Gauna, Mobutu.

La Audiencia Nacional ha pedido a Francia, mediante un comisión de auxilio judicial, fotografías, huellas dactilares y la documentación que las autoridades galas hayan podido intervenir a Múgica Garmendia, López Castañares y Zubillaga Beloki para comprobar si pueden haber cometido atentandos terroristas aún sin esclarecer en España, informa Julio M. Lázaro. Ninguno de ellos tiene causas pendientes en la Audiencia Nacional, que por ahora no dispone de base para fundamentar una solicitud de extradición.

El juez Baltasar Garzón tomó ayer declaración al presunto etarra Luis María Lizarralde, uno de los tres entregados a España por Uruguay el 25 de agosto. Lizarralde está procesado por el asesinato del guardia civil Luis Miranda el 25 de julio de 1981.

La abogada Arantxa Zulueta, que asistió a Lizarralde, dijo al término de la comparecencia que el procesado no podía haber cometido el atentado porque en esa fecha estaba refugiado en Francia. Finalizada la declaración, Lizarralde fue conducido a la cárcel de Alcalá-Meco.

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