El aviador que se estrelló contra la Casa Blanca iba borracho y drogado

Antes de robar una avioneta y estrellarla en los jardines de la Casa Blanca, Frank Eugene Corder pasó el día viendo fútbol americano en la tele, bebiendo cerveza y vino y fumando crack en una destartalada habitación de motel en Aberdeen (Estado de Maryland), según algunos amigos que estuvieron con él.A última hora de la tarde, Corder, un camionero de 38 anos, empezó a hablar de dar una vuelta en avión. "Dijo que iba a ir al aeropuerto, coger un avión y volar", aseguró Fred Fulton, alojado en el mismo motel. Para Corder era el fin de una semana somnolienta y llena de drogas en la que estuvo vagabundeando por su ciudad y quejándose de sus problemas matrimoniales. Su mujer le había echado de casa unos días antes.

Quienes pasaron la semana con él aseguraron que el camionero no les pareció suicida, pero que ahora creen que intentaba matarse y eligió hacerlo con notoriedad. Todos descartaron que tuviera algo contra el presidente.