Solbes reconoce que "será difícil" bajar más los tipos de interés tras el repunte de la inflación

La inflación de agosto ha provocado un cambio en las expectativas sobre tipos de interés. El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, reconoció ayer que "una rebaja adicional sobre los niveles actuales se ha puesto ahora más difícil". Pocos días antes, el ministro había apostado por todo lo contrario, una vez que se aprobaran los presupuestos del año próximo. El mal dato de IPC supondrá también "algún cambio en las líneas básicas del presupuesto" reiteró el ministro. En cuanto a los ingresos, se opta por compensar cotizaciones sociales con una subida del IVA.

Solbes, en los pasillos del Congreso, dijo ayer que no esperaba "subidas en los tipos de interés", como consecuencia de la cifra del IPC de agosto, pero al tiempo aceptó que "una rebaja adicional de los tipos de interés sobre los niveles actuales se ha hecho más difícil". También explicó que el IPC en agosto "puede hacer variar en algo las líneas básicas del presupuesto de l995" pero añadió: "no creo que la variación signifique nada esencial".La advertencia de Solbes sobre la posible repercusión negativa del IPC de agosto en los presupuestos de 1995 tiene un destinatario más interno -el propio Gobierno- que externo. En las últimas semanas, las presiones para que Economía levantara el pie del freno al gasto público venían aumentando por parte de los llamados ministerios "gastadores" que a rebufo del mayor crecimiento económico pedían más presupuesto.

En medios del Gobierno se señalaba ayer que de esta manera "Solbes volverá a sus posiciones de partida" eliminando una parte de las concesiones hechas en las últimas semanas o incluso yendo ligeramente más allá. Se trata de garantizar que el objetivo de déficit del Estado para 1995 -el 4,6% para el Estado y el 5,9% para el conjunto de las administraciones-, se mantiene y sigue siendo coherente con la revisión del plan de convergencia aprobada antes del verano.

Las grandes cifras de los presupuestos no van a modificarse, se reitera en medios de Economía. El objetivo de crecimiento del PIB seguirá en el 2,8% y el de inflación en el 3,5% para el año próximo. Ello significa que todas las partidas de gastos de salarios de funcionarios y de pensiones -60.000 millones más en éstas últimas por cada punto de desviación del IPC- así como los los vinculados a la evolución de la economía permanecerán fijos como al principio.

Los ingresos crecerán un 6%

Los ingresos del Estado, según estos cálculos, crecerán ligeramente por debajo del incremento nominal de la economía, es decir, estarán en torno al 6%. Como el gasto no financiero del Estado aumentará un 5% (el 3% si se incluye como gasto la variación de activos y pasivos financieros), el déficit del Estado podría descender hasta el 4,6% previsto inicialmente.Las conversaciones con los grupos políticos en torno al proyecto de presupuestos siguen avanzando y el diputado del PNV, Iñaki Anasagasti, hizo ayer una valoración positiva de la reunión mantenida con Solbes. Especialmente, porque el ministro abrió la posibilidad de que el Gobierno vasco participe en el reparto del fondo de cohesión como el resto de las comunidades autónomas.

El calendario de reuniones globales se concentra en el miércoles y jueves de la próxima semana. El miércoles, día 21, se reúne por la mañana el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que se trata de alcanzar un acuerdo sobre sanidad y el reparto de una parte del fondo de cohesión. Por la tarde de ese día habrá una nueva reunión con el PNV sobre presupuestos; al día siguiente se celebrará otra similar con CiU y el viernes 23 el consejo de ministros "debe cerrar el proyecto de presupuestos con o sin acuerdo", decía ayer Pedro Solbes.

Por otra parte, en medios del Ejecutivo parece que toma cuerpo definitivamente que la reducción de las cotizaciones sociales sea de un punto, lo que equivale a unos menores ingresos de la Seguridad Social de aproximadamente 185.000 millones de pesetas.

De producirse esta rebaja parece lo más probable que finalmente se eleve el tipo medio del IVA en un punto para compensar los menores ingresos. Esta subida supondría una recaudación superior a lo que se dejaría de ingresar, pero el elevado fraude fiscal que se produce en este impuesto eliminaría este exceso de recaudación.