La esposa de Fujumori crea un partido y se presenta a las elecciones

Susana Higuchi, que ha decidido abandonar el Palacio de Gobierno para instalarse en una residencia particular, competirá contra su esposo, el presidente Alberto Fujimori, en las elecciones presidenciales de Perú de abril próximo. "Le dará una pataleta", aseguró el lunes al anticipar la previsible reacción de su marido cuando conozca sus aspiraciones políticas.

Higuchi decidió desafiar abiertamente a su marido tras entrevistarse con el vicepresidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso, a quien . entregó una pinta magnetofónica y documentos que supuestamente respaldan imputaciones de corrupción contra destacados funcionarios públicos y ex ministros.El redoble de tambores de la nueva candidata comenzó al mediodía del lunes con un aviso menor: la formación de un movimiento político llamado Armonía Siglo XXI. Por la noche, a punto de concluir su primera y atropellada, conferencia de prensa, anunció con solemnidad. "Amigos, lo estoy decidiendo aquí. Me lanzo".

- ¿Hacia donde, señora, al Congreso o la presidencia? -le preguntó un periodista.

- Dependerá del jurado nacional- respondió la esposa de Fujimori.

-Pero la ley le prohíbe las dos cosas- le advirtió una periodista.

Horas más tarde, Susana Huguchi invocaba la Constitución contra cualquier obstáculo legal: "Un grupo de hombres y de mujeres (...) me pedían que me lanzara a la presidencia. Les pedí dos horas para poder meditarlo. Y me acabo de decidir: acepto el reto a la presidencia".

A Susana Higuchi, le preguntaron también si iba a reconciliarse con su esposo. "La esperanza es lo último que se pierde", replicó, "espero que sea lo antes posible. Le he llamado repetidas veces pero no me dejan verle".

- ¿Es posible un fraude electoral en favor de su esposo?- la interrogaron.

- No soy vidente, pero es evidente- dijo.

- Susana la conferencia de prensa ha terminado. ¿Qué anuncio tiene ahora para nosotros?.

- Ante tanta corrupción, ante tantas promesas incumplidas y mentiras me siento en la obligación moral de hacer frente a una cúpula cerrada y cumplir compromisos que asumió mi esposo, continuando su labor positiva pero con la transparencia que Perú se merece.