Quebec elige hoy su Gobierno autónomo con la independencia como telón de fondo
JESÚS ESTÉVEZ ENVIADO ESPECIAL, Los últimos sondeos difundidos antes de la votación que hoy se celebra para la renovación de la Asamblea Nacional de Quebec predicen una ventaja sensible del independentista Partido Quebequés (PQ) de Jacques Parizeau sobre su rival, elPartido Liberal Quebequés (PLQ) del primer ministro Daniel Johnson. Los 4,8 millones de electores llamados a las urnas deberán decidir con su voto algo más que el gobierno de la Bella Provincia: el futuro constitucional (independencia o no con respecto a Canadá) de Quebec a corto plazo.
La diferencia entre las dos primeras formaciones políticas ha quedado situada en tres puntos, tras la asignación de la intención de voto de los indecisos. Dado el sistema uninominal mayoritario a una vuelta, esto puede traducirse en un reparto de escaños con distancias muy importantes. Así, no faltan institutos de opinión que llegan a conceder a Parizeau 80 de los 125 escaños del Legislativo quebequense.Pero esos sondeos reflejan al mismo tiempo la paradoja en que está sumida Quebec y que lo que a Canadá: los independentistas ganan en las elecciones de la provincia, pero no avanzan hacia la independencia. En el caso de que se celebrase ahora un referéndum para la autodeterminación de Quebec, los partidarios confesos en las encuestas no superan el 30%, frente al 56% de opuestos a la segregación.
La confirmación de estas previsiones por el voto ciudadano supondrá que los quebequenses optarán hoy por el cambio y el voto de castigo a los liberales, desgastados por nueve años de gobierno provincial y una recesión económica que no perdona.
La de ayer no fue una jornada de reflexión en sentido estricto. Si bien quedó suspendida la publicidad electoral, los políticos aprovecharon hasta el último momento para multiplicar sus encuentros con la prensa.
Cada cual pudo, pues, aportar precisiones de última hora en su pensamiento político. El primer ministro liberal, Daniel Johnson, que ha llegado al final de la campaña con la voz destrozada, aseguró que quiere representar a todos los quebequenses, incluidos los independentistas, y que se compromete a defender ante las otras provincias canadiense s una reforma constitucional que reconozca la identidad de Quebec.
Por su parte, el Partido Quebequés insiste ahora en que primero hay que pensar en gobernar. Parizeau, por ejemplo, afirma que propone una forma distinta de gobernar y que sólo se presenta para cumplir un mandato normal de cuatro años. La plataforma electoral de su partido señala, no obstante, que un Gobierno pequista tendrá como mandato "preparar el acceso a la soberanía para Quebec"
Ives Martin, consejero de Parizeau, precisó a este diario que lo que está en juego es un Gobierno y un Parlamento provincial para los próximos cuatro años. "Estamos ante una situación política trascendental que hay que cubrir por etapas", asegura, "no se trata de poner fecha fija a una independencia, ni siquiera en el caso de que ganemos los comicios y, más adelante, el referéndum. Tendrá que pasar un tiempo de preparación y negociación con el resto de Canadá".
Martin, 64 años y doctor en Sociología, fue rector de la Universidad de Sherbrooke. Cuando era viceministro de Asuntos Internacionales en el Gobierno de Quebec visitó Cataluña. Comprende las asimilaciones que se hacen entre el caso catalán y el quebequense, y esboza una sonrisa cuando se le pregunta por la influencia que han tenido las leyes lingüísticas y educativas de Quebec sobre los planes de Convergencia i Unió. "Cada uno es libre de buscar sus opciones", replica.
Ejemplo para Cataluña
Sobre el paralelismo entre el binomio España-Cataluña y Canadá-Quebec, señala que él entiende el argumento diferenciador que hace Cataluña respecto a España: "Comprendo que Cataluña piense en una soberanía, en una independencia o en una autonomía casi total porque no es un país como el resto de España, como no lo es Quebec con respecto a Canadá. A menudo nos preguntan por qué nos queremos separar de Canadá. Es que no quieren convencerse de que somos diferentes, que tenemos nuestra propia cultura para resolver nuestros problemas siguiendo nuestros puntos de vista, con nuestras propias responsabilidades. Son orientaciones que son propias de una cultura diferente".
A Martin no le cabe ninguna duda de que el PQ despertará victorioso el martes día 13. Y sobre la posibilidad de que en la primavera próxima -el referénum sobre la independencia se prevé para entonces- Quebec vuelva a perder el tren de la soberanía, el dirigente pequista señala que la idea de la independencia seguirá abriéndose camino y habrá nuevos referendos.
El lejano voto de los 'allophones'
En el debate sobre la independencia ha aparecido en Quebec un nuevo concepto: el de los allophones, expresión que pretende definir a quienes no son en origen ni angloparlantes ni francófonos. Los inmigrantes que tienen derecho a voto tras muchos años de residencia representan un 10% de la población de la provincia. En este colectivo hay que incluir a más de 10.000 españoles, según los datos del cónsul español en Montreal, Luis Arias.El bulevar Saint Laurent de Montreal "es una auténtica ONU", dice uno de sus residentes, portugués y taxista de profesión: "Aquí hay comercios de personas de más de 60 nacionalidades: chilenos, haitianos, asiáticos, italianos, españoles..." En menos de 500 metros hay tres centros sociales españoles. En uno de ellos se encuentra el alicantino Juan Pedro Requena, que lleva.22 años en Canadá y trabaja en la hostelería. Como otros parroquianos, coincide en que emigró a Canadá y no a Quebec, y cree que entre los allophones difícilmente se apoyará la independencia.
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