Nueva tentativa alemana para armonizar la fiscalidad sobre el ahorro en la UE

La presidencia alemana de la Unión Europea anticipó este fin de semana en el Ecofin de su intención de proponer una serie de medidas para armonizar las distintas legislaciones de los países miembros sobre la fiscalidad del ahorro, un antiguo y espinoso litigio de la Europa comunitaria. El ministro de Economía, Theo Waigel, pidió a la Comisión que presente una batería de proyectos, además de sobre el ahorro, sobre el régimen definitivo del IVA y la tasa que grave las emisiones de C02.

La imposición sobre el ahorro se ha convertido en una de las fallas de ruptura del mercado único. Alemania estableció a finales de los ochenta una retención del 1 01/o sobre el rendimiento de los capitales. Inmediatamente se produjo una sangría de fondos, que escaparon a Luxemburgo, donde no hay imposición. El canciller Kohl tuvo que dar marcha atrás. El asunto culminó con la interposición de un recurso ante el Tribunal Constitucional de Karlsruhe. Éste dictaminó que el Gobierno federal debía, o bien reducir el secreto bancario, o establecer una retención liberatoria. Bonn se decidió en 1989 por esta última opción e impuso una retención del 35%, similar a la que grava otro tipo de rentas. Al cabo, el flujo de ahorros hacia el Gran Ducado ha continuado-durante estos años, por lo que el Gobierno alemán vuelve ahora a intentar la armonización fiscal.Los dos países que encabezan -de momento, en silencio- la posición contraria a esta iniciativa son el Reino Unido y Luxemburgo. Londres, porque teme poner en peligro los flujos hacia su importante mercado monetario. Para ello se ampara en la supuesta eficacia del mercado en la aproximación fiscal, hasta hoy inane. Luxemburgo aduce, más sibilinamente, que no tiene reparos de principio y que estaría de acuerdo siempre que la retención pudiera imponerse en todos los paraísos fiscales, algo que constituye, evidentemente, la cuadratura del círculo.

La otra gran cuestión es el IVA. La Comisión defiende que el paso del régimen provisional de recursos propios de la UE -basado en un porcentaje sobre la recaudación del IVA-, al definitivo, que debe proponerse el próximo octubre, debe ir precedida de una mayor aproximación de los tipos impositivos. No le faltan razones. En esto, de nuevo, la disparidad dificulta el funcionamiento del mercado único. En efecto, la empresa de un país con un tipo inferior goza de una ventaja comparativa respecto de su competidora sometida a tipos más altos.

Cualquier armonización se hará seguramente subiendo los tipos más bajos. El ministro español, Pedro Solbes, manifestó en Lindau que un eventual aumento del impuesto motivada por la futura armonización "no es esperable antes de un año".

Este asunto quedó al final pendiente de discusión, porque Italia, que lo vincula a las multas recibidas por incumplir las cuotas de leche, solicitó su aplazamiento. Su petición fue atendida. Así se evitó que se produjera un nuevo encontronazo germano-italiano, precisamente en la isleña ciudad alemana fundada por los romanos que registró el primer viaje a Italia de Goethe.