Pujol advierte que el estatuto es insuficiente

Jordi Pujol, presidente de la Generalitat, reiteró ayer -con motivo de la Diada, la fiesta de Cataluña, que se celebra hoy- que el estatuto es "insuficiente". También advirtió que los ataques a Cataluña son peligrosos para España. Pujol achacó las críticas a la envidia: "Podemos estar seguros de que si algunos gritan tanto y pierden tanto el sentido de las cosas que los lleva a hacer un discurso peligroso finalmente para España es que debemos de ir bien".

En vísperas de la Diada, Pujol reiteró ayer que considera insuficiente el Estatuto de Cataluña. "No ignoro que nuestro estatuto es insuficiente", afirmó con rotundidad, mediado el mensaje, en un párrafo dedicado a resaltar los defectos que se deben corregir. El mensaje, emitido por televisión, alterna las llamadas a la serenidad, e incluso a mostrar indiferencia ante las críticas que procedentes del resto de España se dirigen a Cataluña, con la petición de no bajar la guardia y mantener el "espíritu de convivencia".La Diada llega este año marcada por el clima anticatalanista alimentado por sectores conservadores y de la izquierda española para tratar de desestabilizar la colaboración entre los nacionalistas catalanes y el Gobierno socialista. El dilema entre aprovechar el Onze de Setembre para replicar contundentemente a esos ataques u obviarlos para no dar más protagonismo a sus autores ha centrado el debate político en vísperas de la fiesta.

El llamamiento de Convergencia Democrática a los ciudadanos para que se vuelquen masivamente en los actos previstos para hoy en respuesta a las campañas anticatalanistas cosechó las críticas de la mayoría de los partidos, incluida la democristiana Unió Democrática, coligada con el partido de Jordi Pujol. A juicio de Unió, la convocatoria masiva de Convergencia podría generar radicalismos gratuitos y poner en peligro la cohesión social catalana. Este aviso llevó ayer al propio Pujol a matizar el llamamiento de su partido al advertir que el espíritu relvindicativo de la Diada debe estar exento de cualquier tipo de crispación.

Pujol inició su mensaje destacando el carácter foráneo de las críticas a Cataluña. "El 11 de septiembre de este año", empezó, "viene en parte marcado por el hecho de que en los últimos meses fuera de Cataluña se ha producido contra nosotros un alud de críticas, acusaciones, sarcasmos y calumnias estridentes". Una actitud que tachó de "coyuntural y partidista", para añadir: "Por desgracia, si este tipo de ataques cuajan es porque fuera de Cataluña hay, en algunos sectores, un poso de recelo, de incomprensión y de rechazo contra nuestro país".

Poco después, aconsejó a la población: "Nuestra causa es noble, nuestra fuerza es real, y por eso gritan. No os crispéis". Y más adelante insistió en la misma idea: "El vocerío exterior no debe impresionarnos. Sólo si afectase a nuestra convivencia se convertiría en algo peligroso".

Dicho esto, Pujol reiteró su tradicional llamada a la tolerancia y su igualmente tradicional rechazo de la violencia: "Os invito a mantener la serenidad ( ... ). Os invito a la tolerancia con todos, pero también a la exigencia del respeto a nuestros derechos. A no renunciar a ninguno de nuestros der echos. Os invito a hacer todo esto con un espíritu de paz. La paz y no la guerra, el trabajo y no la violencia, el espíritu de afirmación y no el de negación han sido y son la fuerza de Cataluña".

La mejora económica también fue puesta de relieve por el presidente, así como su voluntad europeísta. "Cataluña", dijo, "ha sido y en gran parte es hoy un poderoso motor y revulsivo económico y social para el resto del Estado ( ... ). Cataluña preconizó siempre la europeización de todo el Estado contra el rechazo muy mayoritario que hasta hace poco había existido en España. Y hoy Cataluña es la voz que no calla y dice a toda España que si no hace un esfuerzo de competitividad mayor, que el que hace, será siempre un país de segunda".