Arafat ordena detener a 21 islamistas y choca con los radicales palestinos

El presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, sopesaba ayer en el territorio autónomo de Gaza los riesgos de su peligrosa campaña contra sus rivales integristas tras la detención de 21 miembros de la Yihad Islámica. Poco después de que los militantes radicales fueran privados de libertad, la organización extremista lanzó una clara advertencia a Arafat: la lucha contra la ocupación israelí continuará.

Las protestas de la Yihad Islámica no parecen haber surtido efecto. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) no había puesto en libertad ayer a ninguno de los sospechosos de haber participado en una emboscada en la que un soldado israelí resultó muerto y dos de sus compañeros quedaron heridos."La Autoridad Nacional Palestina sabe perfectamente que la detención de algunos de nuestros símbolos y militantes de la Yihad Islámica no motivará ningún cambio en la estrategia de lucha para arrancar las raíces criminales sionistas del suelo de nuestra querida franja", advirtió la organización integrista en un comunicado enviado a una agencia internacional de noticias.

Eso, por supuesto, está por ver. En medios palestinos se debatía ayer la teoría de que los militantes islámicos de la Yihad Islámica y de su organización paralela, el Movimiento de la Resistencia Islámica, o Hamás, tendrán que aceptar el papel de la policía palestina y se verán obligadas a que sus amenazas no pasen del mero plano de las declaraciones. Al menos de momento.

La oposición a Arafat empieza a demostrar que presenta fisuras internas, y las organizaciones islámicas están estudiando una estrategia común, especialmente ante su eventual participación en futuras elecciones en el territorio autónomo palestino.

Pero, según algunas fuentes palestinas, la detención de los 21 integristas, entre los cuales se encuentra el portavoz de la Yihad Islámica, Abdala Al Shami, de 32 años, podría más bien precipitar un conflicto que se ve venir desde hace ya tiempo.

Más críticas

Los integristas han endurecido el tono de sus críticas a Arafat, acusándole de actuar como el policía de Israel en los territorios autónomos de Gaza y Jericó. Arafat ha cedido a las presiones del Gobierno del primer ministro israelí, Isaac Rabin, que ha advertido en numerosas ocasiones que a menos que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) no contenga a los integristas todo el proceso de paz en el Próximo Oriente puede irse a pique. Desde que la ANP se hizo con el control de la franja de Gaza y Jericó, el pasado mes de mayo, siete israelíes han muerto y 12 han resultado heridos en ataques lanzados por los integristas.El impacto de esta estadística es una de las preocupaciones mayores de Rabin, y es ampliamente aireado por sus opositores de la derecha israelí. El primer ministro aprovechó su mensaje del Año Nuevo judío para inistir en que los palestinos a cargo de los territorios autónomos tienen la obligación de pasar a las acciones concretas para frenar a los islamistas.

Para un buen número de palestinos, no es un argumento justo: muchos de los ataques guerrilleros se han concentrado sobre objetivos militares dentro de la franja autónoma de Gaza, donde Israel mantiene una fuerza militar para proteger a los colonos judíos instalados dentro del mismo territorio.