Berlusconi critica el plan anticorrupción de los jueces

"Intimidaciones", "métodos in decentes" y "fascismo" son algunos de los calificativos utilizados ayer por Giuliano Ferrara, por tavoz del Gobierno de Silvio Berlusconi, en relación con la propuesta legislativa para supe rar el problema de la corrupción que el magistrado Antonio Di Pietro presentó el sábado. La de claración del portavoz, de cuyo tono se desmarcó el primer mi nistro aunque compartió su con tenido crítico, pretende que el jefe de Estado intervenga para detener la "violación constitucional" presuntamente cometida por los magistrados y que ha di vidido al Gabinete. "El ministro Ferrara no puede hablar en nombre del Gobierno, porque éste todavía no ha discutido la propuesta de Di Pietro. Y no me escandaliza en absoluto [que el magistrado haya propuesto una reforma legal], porque no la ha planteado como un ultimátum", afirmó ayer el ministro de Interior, Roberto Maroni, de la Liga Norte. Por su parte, Gianfranco Fini, el líder neofacista aliado con Berlusconi, señaló que se trata de una "declaración excesiva" que expresa "únicamente la posición del ministro para las Relaciones con el Parlamento [cargo que desempeña el mismo Ferrara] y que no compromete al Gobierno".La Bolsa y la lira acusaron inmediatamente esta nueva divergencia en el seno del Gabinete, que contribuyó a empeorar una jornada ya iniciada mal por las informaciones de que el déficit público de 1994 será bastante mayor del previsto. En consonancia con la tendencia de los aliados a responsabilizar a Ferrara, Berlusconi hizo posteriormente una declaración por la que se distancia del tono del portavoz al expresar "aprecio por el espíritu constructivo de la propuesta" de Di Pietro, pero también dijo estar de acuerdo con las críticas expresadas sobre "el método y la coherencia de la iniciativa [de los magistrados] con los principios constitucionales".

El primer ministro se reunió a cenar el lunes con Ferrara, con su subsecretario Gianni Letta, y con el ministro de Justicia, Alfredo Biondi, también muy crítico con la iniciativa de Di Pietro. Ayer, mientras se publicaba la reacción de Ferrara, Berlusconi se encontraba reunido con el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, al que presumiblemente adelantó lo que ocurría. La declaración de Ferrara fue un texto escrito y no algo improvisado ante los micrófonos, lo que no impidió que, después de estallar el escándalo, el ministro portavoz asegurara que había hablado a título personal y no en nombre del Gobierno.

"El Gobierno no puede aceptar intimidaciones basadas en propuestas legislativas caducas, perseguidas con métodos indecentes. Cuando magistrados y abogados se escriben por sí solos las leyes que deben aplicar se viola la Constitución. Y cuando se viola la Constitución y se desafían las prerrogativas del Parlamento, el jefe del Estado y los presidentes de las cámaras deben intervenir en defensa de la legalidad republicana", dijo Ferrara.