El Tercer Mundo y los medios de comunicación
Aunque ciertamente los medios de comunicación se vienen ocupando cada vez más de acercarnos a la realidad del Tercer Mundo (una realidad no pocas veces deformada), en general resulta desalentador comprobar el tratamiento que desde los medios se da a este tema.Como si la cosa no fuera con nosotros, se nos presenta habitualmente la problemática del Tercer Mundo desde una perspectiva esencialmente localista (Gobiernos corruptos, problemas internos, luchas tribales, condicionamientos histórico-locales, etcétera). Sin negar el peso específico de estos factores a la hora de comprender la situación de esos países, tampoco podemos seguir engañándonos y lavándonos las manos por más tiempo.
Seamos claros: si hoy por hoy seguimos hablando y escandalizándonos de un Tercer Mundo cada vez más empobrecido, es sencillamente porque nosotros vivimos muy por encima de nuestras posibilidades y, sobre todo, de nuestras necesidades, nadando en la abundancia aun en tiempos de crisis. Éste es el verdadero escándalo. Por eso es necesario que los medios empiecen a reconsiderar su visión del Tercer Mundo y aborden su problemática desde una perspectiva autocrítica. No se trata tanto de hacer caridad (también necesaria), sino de justicia, en definitiva.
Por mucha cooperación y mucha ayuda humanitaria que destinemos a esos países, en el fondo las cosas seguirán igual mientras nosotros no vayamos cambiando nuestro estilo de vida, conformándonos con menos para que otros puedan tener siquiera lo elemental para vivir dignamente.
En este sentido, es obligado recordar a los medios de comunicación que, en función de su poder e influencia social, tienen una gran responsabilidad a la hora de sensibilizar, presionar y apoyar con más decisión causas como las de destinar el 0,7% del PIB para la ayuda al Tercer Mundo y otras que cuestionen nuestra actual manera de vivir.-
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