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Nuevo caso de tráfico ilegal de uranio, esta vez en Moscú

El Servicio Federal de Contraespionaje (SFC), principal sucesor del antes temido KGB, confirmó ayer que también en Moscú ha habido detenciones relacionadas con la venta ilegal de material radiactivo. Este nuevo robo, ocurrido hace una semana pero hecho público ayer, en vísperas de la cumbre entre el canciller alemán, Helmut Kohl, y el presidente ruso, Borís Yeltsin, vuelve a poner sobre el tapete el problema del contrabando atómico.La noticia la dio ayer Moskovski Komsomólets con ribetes sensacionalistas: según el popular diario de la capital rusa, los detenidos son dos agentes del Servicio Federal de Contraespionaje. Los presuntos agentes fueron apresados por sus mismos colegas el pasado miércoles en pleno centro de Moscú, y se les incautó un kilo de uranio.

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Durante pesquisas realizadas en un apartamento moscovita, los investigadores del SFC encontraron al parecer otro kilo de uranio. Los vecinos de los detenidos sufrieron un auténtico shock al enterarse de que el peligroso material radiactivo se guardaba en simples cajas de cartón.

Serguéi Vasíliev, portavoz del SFC, confirmó ayer que el 24 de agosto fue detenido "un grupo de personas con material radiactivo", pero no dio detalles sobre la sustancia ni la cantidad incautada. En cuanto a los implicados, negó categóricamente que tuvieran que ver con el Servicio Federal de Contraespionaje.

Ayer se supo también que dos húngaros fueron detenidos el pasado lunes en un hotel de Budapest cuando transportaban dos kilos de material radiactivo, probablemente uranio procedente de Rusia, según la policía húngara.

A debate

El tema del contrabando nuclear desde Rusia debe ser discutido hoy en Berlín entre Yeltsin y Kohl. Los rusos no han ocultado su irritación por el escándalo desatado sobre la presunta falta de seguridad de las instalaciones rusas donde se guarda o se trabaja con materiales fisibles. Muchos piensan que Occidente ha organizado una campaña para poder poner bajo su control la industria atómica rusa.

Yeltsin declaró ayer antes de partir hacia Alemania, que "el ruido en torno a este tema permite olvidar las anteriores informaciones de prensa sobre la producción de plutonio militar no controlado en instalaciones extranjeras del complejo nuclear rnilitar". Además, Yeltsin señaló que "otro motivo" para poner en duda la capacidad de Rusia para garantizar la seguridad de los materiales radiactivos en su territorio es "el interés a largo plazo de las firmas [extranjeras] que trabajan en este sector".

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