Los serbios de Bosnia rechazan en masa el plan de división territorial
El anciano, casi ciego, toma la papeleta con mano temblorosa, y una joven que acaba de votar le lee la pregunta del referéndum: "¿Acepta el mapa de división territorial de la ex Bosnia-Herzegovina del grupo internacional de contacto?". Luego le explica que debe marcar con un bolígrafo sí o no. El anciano coloca el bolígrafo sobre la palabra sí, y un representante de la comisión electoral grita: "¡Un momento! Debe marcar la palabra no". El anciano obedece. Los resultados no oficiales dados a conocer ayer indicaban que más del 90% votó no al plan de división de Bosnia.
El caso del anciano, que parece aislado, no debe esconder el carácter masivo del no de los serbios de Bosnia al plan. Cuando las urnas fueron. abiertas el domingo, segundo día de votación en el referéndum, los observadores. ya reconocían que la avalancha del no era evidente. "Votar a favor del plan es aceptar morir poco a poco", explicaba Petko, uno de los asesores destacados en los colegios electorales.Al final de los dos días de votaciones, los serbo-bosnios parecen más decididos que nunca a no ceder a las presiones internacionales. Su jefe, Radovan Karadzic, sale reforzado de la consulta, cuyos resultados oficiales serán dados a conocer posiblemente mañana en una sesión del autoproclamado Parlamento de Pale.
La víspera de la votación, Karadzic amenazó por televisión con cortar el suministro de víveres a los enclaves musulmanes y rechazó comentar el anuncio de Belgrado de que estaría dispuesto a aceptar el despliegue de observadores internacionales a lo largo de la frontera si los serbios de Bosnia rechazaban en el referéndum el plan de división territorial.
A este respecto, el ministro ruso de Exteriores, Andrei Kózirev, se entrevistó ayer en Belgrado con Milosevic en, representación del grupo de contacto (EE UU, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) para tratar de convencerle de que la suspensión del suministro de armas y combustible a los serbios de Bosnia no tendrá credibilidad a menos que haya observadores internacionales en las fronteras de la actual Yugoslavia (Serbia y Montenegro) y Bosnia para controlar si se cumple la prohibición.
Un comunicado final no dió muchos detalles sobre las conversaciones en Belgrado, pero fuentes informadas indicaron que Milosevic pidió a Kózirev más concesiones, entre ellas la de ser consultado sobre la nacionalidad de los 400 observadores internacionales que serán necesarios. El Gobierno de Belgrado quiere que la mayor parte proceda de países amigos.
Las amenazas internacionales y las sanciones recientemente decretadas por sus hermanos de Serbia no doblegarán a los serbios de Bosnia sino que, por el contrario, aparecen cada vez más unidos, convencidos de que libran una lucha justa y son incomprendidos por el resto del mundo.
No habrá necesidad de falsificar los resultados oficiales del referéndum, aunque ningún observador internacional ha sido autorizado a entrar en la autoproclamada República Serbia de Bosnia.
La población serbia de Bosnia ha decidido ignorar masivamente las amenazas de represalia de Belgrado y de los países del grupo de contacto, que no inquietan a ninguno de los serbios de Pale.
Copyright Le Monde / EL PAÍS
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.