Tres décadas de tumultuosas relaciones bilaterales
La actual tensión en las relaciones entre Marruecos y Argelia se enmarca en la tradición de unas relaciones bilaterales tumultuosas, que desembocó en algunos momentos de su historia en conflictos armados. El primer enfrentamiento militar, llamado la guerra de las arenas, estalló en 1963, sólo un año después de que Argelia accediera a la independencia, y fue provocado por las divergencias sobre el trazado de las fronteras entre los dos países.Desde entonces, el problema de las fronteras sigue envenenando las relaciones bilaterales, aunque, nueve años después, el rey Hassan II de Marruecos y el ex presidente argelino Huari Bumedián firmaron en la ciudad marroquí de Ifrán un tratado al respecto.
La tensión solamente disminuyó durante dos años. En 1974, cuando se abrió el contencioso sobre el Sáhara Occidental, las descalificaciones volvieron a primer plano después de la expulsión de Argelia, en 1975, de miles de marroquíes. Un nuevo enfrentamiento militar tuvo lugar entre los dos ejércitos en la localidad saharaui de Aingala en 1976.
El conflicto del Sáhara Occidental marcó un largo periodo de discrepancias entre los dos países: Argelia alberga desde 1975 en la región suroccidental de Tinduf al independentista Frente Polisario, lo que provocó la interrupción de las relaciones diplomáticas en 1976.
El apoyo militar y diplomático que Argelia ha prestado al Frente Polisario provocó una ruptura en todos los aspectos de las relaciones entre los dos vecinos, que duró hasta la muerte de Bumedián.
En febrero de 1983, y gracias a una mediación saudí, los dos jefes de Estado, Hassan II y Chadli Benyedid, que sustituyó a Bumedián, en la localidad argelina de Akid Lotfi. A pesar de esta cumbre, las relaciones diplomáticas siguieron suspendidas hasta el 16 de mayo de 1988, cuando se decretó la apertura de los cuatro puntos fronterizos terrestres.
La mejora en las relaciones dió paso a la creación de la Unión del Magreb Árabe (UMA), cuyo tratado fundacional fue firmado por los jefes de Estado de Marruecos, Argelia, Mauritania, Túnez y Libia en febrero de 1989, en Marraquech. Un mes después de la firma del tratado, el rey Hassan II ratificó, el acuerdo de lfrán sobre las fronteras entre Argelia y Marruecos.
Desde la reanudación de las relaciones diplomáticas y la firma del Tratado de la UMA, las relaciones bilaterales mejoraron, fructificaron los intercambios económicos y se firmaron varios acuerdos entre Marruecos, Argelia y España sobre el proyecto del gasoducto.
La designación en enero de 1992 del presidente Mohamed Budiaf, que vivió exiliado en Marruecos durante 28 años, fue recibida con entusiasmo por parte de la clase política marroquí, sobre todo porque éste disentía públicamente de la política argelina de apoyo al Frente Polisario.
Tras una breve visita de Budiaf a Rabat en mayo de ese año, el 25 de junio se anunció en el boletín oficial marroquí el reconocimiento legal de las fronteras entre los dos países. Cuatro días después el presidente argelino fue asesinado.
Desde este asesinato no ha habido ningún contacto entre los jefes de Estado de ambos países y un clima de tensión ensombrece las relaciones bilaterales debido al apoyo diplomático argelino al Frente Polisario, por un lado, y a las acusaciones argelinas sobre un supuesto apoyo marroquí a los integristas argelinos, por otro.
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