Desconfianza manifiesta

Los mercados financieros continúan su orientación descendente sin excepciones, lo que denota la existencia de algún mal más profundo que los inversores no aciertan a describir, de ahí la enorme desconfianza hacia la situación y la búsqueda de liquidez. La debilidad que muestra el dólar parece la única causa inmediata de la actitud defensiva que adoptan los inversores, muy sensibles a las oscilaciones en los mercados de divisas después de la experiencia de las últimas tormentas monetarias. Los mercados de deuda también se orientaron en general a la baja, aunque esta vez no se les puede culpar de los movimientos de salida que registraron las bolsas. En el caso español, el precio de la deuda pública mejoró los niveles del día anterior, pero mostrándose más sensible a la presión vendedora a lo largo de la tarde.El poco dinero que se movió ayer en la Bolsa, 15,490 millones de pesetas efectivas, alcanzó una concentración del 70,6% en tomo a cinco valores, un dato que deja fuera de juego a la mayor parte de las sociedades que cotizan. La Bolsa ha perdido en los últimos siete días un 5,56%, pasando de un nivel cercano a la apertura anual a plantearse la solidez del nivel del 300%, ya muy próximo. En Europa, la situación era parecida, con recortes de hasta el 1,4% en París. Francfort perdió un 1,2% y Londres el 0,63%.

El índice general de Madrid perdía al cierre un 0,97% para situarse en el 303,21%, aunque en algunos momentos alcanzó el 302,27%. El Ibex 35 también bajó el 0,97%, mientras que Wall Street perdió 3,89 puntos al cierre.