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Sanidad asegura que las almohadas cervicales no tienen propiedades terapéuticas

Cinco mil pesetas que aportan comodidad pero no curan la espalda ni el insomnio

Las almohadas especiales, cuya publicidad desde hace unos meses invade la televisión, no son, como prometen, la panacea contra los dolores cervicales. Como afirma el subdirector general de Ordenación de Consumo del Ministerio de Sanidad y Consumo, Óscar López, "éstas almohadas no pueden curar". Hasta seis empresas distintas comercializan en España, a través de anuncios en la televisión y sin patente alguna, diferentes versiones de una almohada cervical de gran éxito en Estados Unidos. Especialistas médicos coinciden en negar sus propiedades milagrosas.

Por mucho que insistan en la publicidad, su marido no ha podido dejar de roncar gracias a los efectos de la almohada cervical. Si lo ha hecho, será por otro motivo. Teóricamente, la forma anatómica del producto también es capaz de frenar los dolores cervicales y terminar con el insomnio. Pero la realidad es otra."Si a alguien le va bien, no me parece una idea descabellada como un paso intermedio hacia dormir sin almohada. Aunque, de todas formas, no creo que a nadie le cambie su historia. Nosotros no la recetamos", asegura Juan Ángel Jover, reumatólogo del hospital Clínico San Carlos de Madrid. Una opinión con la que se muestra de acuerdo el doctor González Lago, traumatólogo de la clínica Ruber Internacional de Madrid: "No creo en su utilidad directa y por eso no las receto, aunque un ligero apoyo cervical no me parece mal".

Las almohadas, de una o dos piezas, tienen forma de letra ese y, en su cara superior, montículos como los de una huevera, que, en teoría, proporcionan un ligero masaje al dormir. "El principio de estas almohadas es que no hacen daño, buscan la curva anatómica. Tienen una parte baja que parece la más eficaz. Aunque nosotros no recomendamos ninguna", asegura Juan Vesga, reumatólogo del hospital Txagorritxu de Vitoria. "Me da la sensación de que, al ser de espuma, tiene que dar bastante calor", añade el doctor Vesga. Una opinión que es ratificada por Julia Fernández, una periodista que, debido a sus problemas de espalda, se ha decidido a probarla. "La posición es muy cómoda, pero a la hora tienes que dejarla porque da un calor horroroso", asegura Julia.

Las almohadas se comercializan por un precio similar. Por unas 5.000 pesetas entregan a domicilio, en un plazo inferior a una semana, dos almohadas con sus respectivas fundas, y en algunos casos la oferta incluye un secador de pelo o "una joya de oro de 18 kilates". Un precio inferior al de una almohada tradicional de un tamaño similar, que ronda las 4.000 pesetas.

Las teletiendas admiten la devolución de sus productos, incluso usados, en unos plazos que oscilan entre una semana y una mes. Las organizaciones de consumidores aseguran que no han tenido quejas al respecto, aunque admiten que aún es muy pronto y que en verano se reducen este tipo de reclamaciones.

Las empresas vendedoras aseguran que el producto está siendo un "éxito". Un producto que se está vendiendo en España sin ningún control del ministerio de Sanidad. Óscar López asegura que aunque no existe obligación legal de control: "Estamos analizando los mensajes publicitarios para ver si se incluyen propiedades curativas. Nuestra impresión es que no lo hacen".

Actualmente sólo existen dos almohadas, una con forma de cilindro y otra con forma de mariposa, que ahora no son objeto de ninguna campaña publicitaria con calificación de producto sanitario aunque, de acuerdo con Óscar López, "esto no quiere decir nada. La calificación no tiene ningún efecto real, ni le da al producto propiedades terapeúticas".

La dura competencia entre las distintos televentas ha llevado a basar la publicidad en ventajas adicionales a las terapeúticas. Gracias a esta competencia, los consumidores pueden optar por la almohada ecológica. Cervinatura ofrece un producto realizado en una sola pieza que evita la inhalación de productos tóxicos, al estar hecha sin disolventes o pegamentos. Para redondear la oferta, afirman que "no perjudica la capa de ozono".

Sin embargo, si uno se siente solidario con los parados, está obligado a comprar Cervital Relax porque su fabricante aparece en el anuncio en uno de sus centros de producción asegurando que comprar su almohada ha ayudado a crear puestos de trabajo.

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