Taslima Nasrin reaparece hoy en público en Estocolmo para recoger el premio del Pen Club
Polémica en Suecia por la manipulación política del caso de la escritora bangladesí
La escritora bangladesí Taslima Nasrin, que se encuentra exiliada en Suecia desde la semana pasada huyendo de las iras de grupos integristas islámicos, ha sido galardonada con el premio literario Kurt Tucholsky, que otorga anualmente la sección sueca del Pen Club Internacional y que tiene una dotación de 150.000 coronas (unos dos millones y medio de pesetas). El premio le será entregado en la tarde de hoy en una ceremonia que tendrá lugar en la sede del Gobierno sueco, y que supondrá la primera aparición pública de la autora de Vergüenza desde que abandonó su país.
De la importancia que se le concede y del uso que la clase política sueca -que se enfrenta a una campaña electoral- está haciendo del caso de la escritora bengalí, da idea el que, en la ceremonia estarán presentes, además de los representantes de la entidad que lo concede, las ministras de Cultura e Inmigración y de Asuntos Exteriores, Birgit Friggebo y Margaretha Af Ugglas, respectivamente, que han tenido especiales atenciones para con la escritora refugiada.El premio Kurt Tucholsky fue creado en homenaje a la memoria del escritor alemán del mismo nombre que durante el nazismo se vio obligado a abandonar Alemania y refugiarse en Suecia, donde murió en 1935. Tiene, por lo tanto, como finalidad específica premiar a escritores exiliados, facilitándoles ciertas condiciones materiales para que puedan continuar sin apremios la tarea que la intolerancia política o religiosa les ha impedido desarrollar con libertad en su país.
En su pasada edición el premio recayó en el escritor serbio Mirko Kovac, que condenó abiertamente el nacionalismo agresivo y la limpieza étnica que se ha desatado en los países de la antigua Yugoslavia, de donde decidió emigrar a poco de comenzada la guerra.
La adjudicación del premio a Taslima Nasrin se inscribe en esa línea de solidaridad más que en una expresión de una valoración literaria. La obra de esta escritora es prácticamente desconocida en Suecia, donde sólo algunos críticos han comentado la lectura de su novela Vergüenza en la versión inglesa, la única que existe en el país. Versión que, por otra parte, según ha trascendido, es desaprobada por la propia escritora por considerar que su traducción deja mucho que desear, hasta el punto de que se propone exigir una nueva traducción en el caso de una eventual segunda edición.
Esta novela, que desató las iras de los extremistas islámicos de su país tiene, para los críticos, un valor testimonial de denuncia de una situación de opresión de una minoría y, por lo tanto, no supone nada insólito en el mundo actual, pero, según las mismas fuentes, no tiene un especial valor literario. En ella la escritora denuncia el trato que recibieron los hindúes en Bangladesh tras la destrucción de la mezquita Babri d'Adoyha, en 1992.
Taslima Nasrin manifestó a su llegada a Suecia que no era su intención solicitar asilo político en este país, pero el otorgamiento del premio parecería indicar que su estancia podría prolongarse más de lo previsto inicialmente. Esta tarde la escritora, que ha estado bajo la protección de la policía sueca, comparecerá por primera vez ante la prensa y probablemente dejará claras estas y otras interrogantes.
Solidaridad selectiva
Entre tanto, como una derivación del caso de la escritora, algunos intelectuales suecos han acusado al Gobierno de Estocolmo de utilizar políticamente este caso, indicando que a la escritora Taslima Nasrin se le brinda una solidaridad que se les ha negado recientemente a decenas de compatriotas suyos, recordando un caso concreto en el que que fueron sacados por la policía de un convento para ser expulsados hacia un destino bastante incierto, pese a que también esgrimían considerables razones para acogerse al asilo político.
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