Italia, comienzo en falso

Italia todavía no ha comenzado la reconstrucción de su política; es más, la pretendida piedra angular de su nuevo edificio puede agrietarse.El primer ministro, Silvio Berlusconi, confesó el pasado viernes en su periódico que Fininvest, su imperio económico, había pagado sobornos a inspectores de Hacienda, lo cual no sólo siembra la duda sobre la capacidad de su Gobierno para afirmar que Italia está, por fin, en buenas manos. También hace mucho más difícil para Italia desarrollar una política económica eficaz. (...) Hay dos cosas que deben hacerse pronto, o Italia necesitará volver a comenzar de nuevo. La primera es una separación inequívoca de Berlusconi de Fininvest. Ningún hombre de negocios rico puede desprenderse de su influencia Financiera; pero el pasado y presente del primer ministro deben divorciarse, de manera que Italia pueda creer en ello. (...)

La segunda es que los díscolos componentes del Gobierno deberían acordar, sin más retrasos, un apropiado plan de presupuestos. La incipiente salud económica se marchitará de nuevo si Italia no se enfrenta a su déficit presupuestario y a su creciente endeudamiento público. (...)

Si ambas cuestiones no se solucionan pronto, será mejor volver al principio, pero los votantes italianos no quieren dos elecciones en un año. Eso nos recordaría el tópico de los políticos incapaces de afrontar su cometido. (...)

15 de agosto