Jordi Pujol cambiará la política antiincendios de la Generalitat tras los últimos siniestros
Una vez apagados los dos incendios que el jueves asediaban Barcelona -uno de los cuales causó la muerte al monje cartujo Agustín Corral- y controlado el que quema en el parque del Montseny, las turbulencias se han desplazado a la política. La polémica sobre la reponsabilidad por los fuegos ha vuelto a levantar polvareda. Mientras la oposición reitera la petición de que el Parlamento de Cataluña celebre un pleno monográfico para debatir sobre las causas de los fuegos a primeros de septiembre, CiU aplaza a octubre la convocatoria. Y mientras la consejera de Gobernación, Maria Eugènia Cuenca, rechaza responsabilidades políticas, el propio Jordi Pujol se muestra dispuesto a replantear su política antiincendios.
La Administración, como ya sucediera en julio, culpa básicamente a las condiciones del tiempo de la se gunda oleada de incendios que se extiende por Cataluña desde el miércoles pasado. "Este año se nos han escapado los incendios por razones metereológicas muy especiales y la verdad es que he mos tenido muchos fuegos y muy especiales". Quien así se expresaba ayer era Jordi Pujol, pero a renglón seguido argumentaba: "Por tanto ello nos obliga a volver a pensar que podemos mejorar [de la política antiincendios], no sólo desde el punto de vista de la extinción, sino también desde el de la sensibilización" Tras escudarse en otros factores "algunos incendios de estos días han sido provocados por colillas, líneas eléctricas y actos criminales"- para justificar la inmensidad de los fuegos, Pujol reiteraba que se tenían que "estudiar todas las causas y sacar la parte de la responsabilidad que nos pueda tocar. Si hay que hacer algún cambio, lo haremos", señaló sin precisar en que se basarían esos cambios.
Menos abierta a la reflexión sobre los propios errores que su presidente se mostraba, en cambio, Maria Eugènia Cuenca, quien, como consejera de Gobernación es la responsable de los Bomberos de la Generalitat. Sí coincidía con Pujol en culpar en primera instancia a la climatología por la virulencia de los fuegos: "El Gobierno de la Generalitat ha afrontado una situación excepcional desde el punto de vista climatológico". Sin embargo, para la consejera, "las labores de prevención han sido correctas. Por tanto, desde el punto de vista político, la Generalitat ha cumplido con sus responsabilidades. Una vez declarados los fuegos, hemos actuado con rapidez y sensibilidad".
De todo ello infiere la consejera que Convergència i Unió, la coalición que gobierna en Cataluña, no pagará un coste político en próximas convocatorias electorales por la forma en que ha afrontado. la extinción de los fuegos.
Unanimidad
Toda la oposición (PSC, IC, ERC y PP) coincide en calificar como urgente el pleno del Parlamento autonómico que CiU se empeña en fijar para octubre, una vez se haya celebrado del debate sobre política general, fijado para los días 27, 28 y 29 de septiembre.
Para ERC, el debate monográfico "es ahora más urgente que nunca". Joan Saura, vicepresidente de Iniciativa per Catalunya, afirmó ayer con soma: "No podemos esperar a que nieve para celebrar el pleno". Según Saura, debería celebrarse a primeros de septiembre. También Francisco Álvarez Cascos, secretario general del PP, terció en la polémica sobre las responsabilidades políticas y acusé a Pujol de no preocuparse por los incendios forestales, para acto seguido pasar a alabar la actitud que en Galicia demuestra Manuel Fraga, presidente de la Xunta y fundador del PP.
Mientras, en la otra cara de la moneda, los votantes, los perjudicados directamente por los fuegos -y,sobre todos, quienes han visto sus bienes transformados en cenizas- culpan a la Administración autonómica de la falta de medios para combatir los fuegos y de la descoordinación de los medios humanos y técnicos.
Idéntica situación se produjo en la semana del 4 al 10 de julio, cuando en mumerosos incendios Cataluña perdió más de 30.000 hectáreas de bosques. Los Bomberos de la Generalitat, por otra parte, lograron apagar ayer por la mañana los dos incendios que cercaban Barcelona y que el jueves por la tarde eran visibles desde cualquier punto de la ciudad.
El fuego que prendió en la Sierra de Collserola y el de la Vallensana, ambos a las puertas de Barcelona, causaron alarma por su proximidad a la capital catalana.
El incendio que desde el jueves quema en el macizo del Montseny, pulmón de Barcelona situado a 40 kilómetros, estaba ayer controlado tras quemar 5.000 hectáreas de bosques de alto valor ecológico. Anoche se declaró otro fuego en una zona de difícil acceso en Vandellós (Tarragona).
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