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Israel y Jordania rompen sobre el terreno 46 años de hostilidad y abren su frontera común

De un tijeretazo, Israel y Jordania. marcaron ayer el final de 46 años de hostilidad. El primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el príncipe heredero jordano Hassan, hermano del rey Hussein, inauguraron el primerpaso fronterizo oficial entre sus dos países, en el desierto de Arava, cerca del mar Rojo, en lo que hace tres días era un campo de minas. Tras la sencilla ceremonia, la delegación israelí, encabezada por Rabin y acompañada por el secretario de Estadonorteamericano, Warren Christopher, almorzó con el monarca hachemí en su palacio de Aqaba. Los dos mandatarios han prometido que seguirán negociando con el objetivo común de conseguir una paz global en la región.

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Christopher no se rinde

"Se ha creado una nueva frontera. Es la primera etapa de un largo viaje. Quedan todavía dificultades, pero al final del camino llegaremos a una paz total con Jordania y todos los países árabes vecinos", declaró Rabin en la ceremonia de inauguración del paso fronterizo. A las 11 de la mañana había llegado al desierto de Arava, a medio camino entre el balneario israelí de Eilat y el puerto Jordano de Aqaba. Allí le esperaban Warren Christopher, de vuelta de su viaje a Siria, el príncipe Hassan y el primer mi nistro jordano, Abdel Sala Majali.La ceremonia fue sencilla. En una gran explanada desértica, preparada en los últimos días para la ocasión, Rabin y Hassan cortaron simultáneamente el lazo simbólico que separ4ba a sus dos países. Dos niñas, una israelí de un kibbutz cercano a Eilatl, vestida con el blanco y azul. de la bandera de Israel, y otra jordana, de Aqaba, con el traje tradicional de hilos dorados, les entregaron las tijeras.

Acababan de inaugurar el primer paso fronterizo entre Jordania e Israel ante la mirada de un centenar d¿ invitados privilegiados, entre ellos el ministro de Asunto Exteriores israelí, Simon Peres, que soportaban estoicamente el calor bajo enormes tiendas de campaña. Por ahora, sólo habitantes de terceros, países podrán utilizar el nuevo paso fronterizo.

"En el país de los milagros hemos visto cómo la teoría se ha transformado en realidad. Un paso se ha abierto y la guerra ha terminado", declaró Christopher. EL príncipe Hasan fue más concreto. En su discurso, pronunciado la mitad en árabe, insistió en las implicaciones económicas del acuerdo firmado con Israel en Washington, el pasado 26 de julio: "Nuestros dos países se encuentran entre tres continentes: Europa, África y Asia. La libre circulación de hombres, mercancías y capitales pronto será una realidad. Transformaremos este valle de desolación en puerta hacia la esperanza".

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Intercambio de regalos

En un gesto simbólico de reconciliación, familias de israelíes y jordanos muertos durante las guerras entre los dos países desde 1948, se abrazaron e intercambiaron regalos. Les siguieron los dos comandantes en jefe de los sectores sur, el israelí Yosef Mijlav y el jordano Mohamed Walik, que se entregaron sus banderas.

Minutos después, Rabin, Hassan y Christopher, con sus delegaciones, se dirigieron hacia el palacio de Aqaba, donde les esperaba el rey Hussein para almorzar. Era la primera vez que un primer ministro israelí pisaba suelo jordano. En una conferencia de prensa posterior, los dos mandatarios se pronunciaron a favor de una paz total en la región. Para Rabin, el acuerdo firmado "constituye un ejemplo de lo que debe pasar entre Israel y el resto de los países árabes".

También es cierto que jordanos e israelíes lo han tenido fácil. Los últimos 25 años han sido de convivencia pacífica y de encuentros secretos a ambos lados del río Jordán. Desde hace dos semanas, las relaciones han progresado muy rápidamente entre las dos partes, a las que no separa ningún conflicto grave. El pasado domingo, el presidente israelí, Ezer Weizman, y el rey Hussein inauguraban la primera conexión telefónica directa entre los dos países con una conversación de lo más cordial. El jueves, el monarca hachemí sobrevolaba Tel Aviv y, sobre todo, Jerusalén a bordo de su avión privado, escoltado por cazas israelíes. En un gesto calculado, Siria, el último obstáculo para la paz en la región, emitió por la televisión estatal la ceremonia e imágenes de la entrevista entre Rabin y el rey Hussein.

La cuestión de la ciudad santa fue la única sombra en el idílico encuentro de ayer, sobre todo respecto a los palestinos. Hussein volvió ayer a ser prudente sobre su posible visita a Jerusalén. "He recibido la invitación del Gobierno israelí, pero no puedo dar una fecha precisa", afirmó algo incómodo el monarca jordano. El líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, también está en la "lista de espera" para ir a rezar a la mezquita de Al Aqsa.

En los últimos días, Arafat ha acusado a los israelíes de favorecer a Jordania en la lucha por el control de la ciudad santa, y de privilegiar la opción de Hussein que sólo quiere custodiar los lugares santos musulmanes para así eliminar la posibilidad de ver Jerusalén como capital de un futuro estado palestino.

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