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CAMPEONATO DEL MUNDO DE BALONCESTO

Contra Brasil, a la ruleta rusa

Ha llegado el momento de la verdad. España y Brasil se juegan un puesto en la ronda de cuartos de final a la ruleta rusa. No hay segundas oportunidades. El que gane, a luchar por las medallas. El que pierda, a galeras, sinónimo de competir con China, Corea, Angola, Cuba y Egipto. Toda la preparación española ha ido encaminada hacia este objetivo: doblegar a los brasileños. El sistema de competición no da lugar a reparar daños. Están en juego ocho puestos, y lo que es más importante, el mantenimiento de una ilusión que sería arrancada de cuajo en caso de derrota. "No me cabe ninguna duda. Vamos a ganar a Brasil". Lolo Sainz, preparador español, suelta la frase a diestro y siniestro. De parecida forma se expresan todos los componentes del equipo. A pesar de no ser un entusiasta de los métodos audiovisuales, el conjunto hispano se ha servido de los vídeos para estudiar un poco mejor a Brasil. "Es un equipo que corre muy bien para delante, y no tan bien para atrás", comenta Sainz. O sea, lo de casi todos.Brasil cuenta con buenos tiradores de distancia a pesar de la ausencia del incombustible Óscar Schmidt, tiradores que se complementan con el trabajo del veterano Pipoca Vianna, un histórico, y Josuel Dos Santos, 24 años y 2,08 metros, una de las grandes esperanzas brasileñas para los próximos años. Se comenta incluso que los Lakers están interesados. Su preparación incluyó la participación en los Juegos de la Amistad celebrados estos días en San Petersburgo (Rusia), en donde no tuvieron una buena actuación, que achacan a que su pensamiento estaba en Toronto. Enio Vecchi, seleccionador brasileño, vive una angustia parecida a su colega español: el éxito o el fracaso reducido a un partido. "Lo más fuerte de España es el juego de sus aleros. He visto vídeos de sus partidos de preparación y he sacado esa conclusión: ellos aportan muchos puntos al equipo". Vecchi ha formado un equipo de transición, porque Brasil no podía se guir exprimiendo a su vieja guardia.

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Si hay algo que le preocupa sobremanera a Lolo Sainz son los lapsos de concentración que sufren sus jugadores en determinadas fases del partido, uno de los males más acusados del baloncesto español. Una de las consecuencias estadísticas más evidentes es el elevado número de balones perdidos en los partidos de entrenamiento. "La preparación no ha podido ser la idónea, ya que tuvimos que dedicar la primera parte a hacer una pretemporada física, pues los jugadores venian de pasar más de un mes de vacaciones". Es de las pocas quejas que se le puede escuchar a Sainz, lo que tampoco le apea de su canción. "Es la hora de exigir. Vamos a ganar". Confianza no falta.

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