Ruanda, capital: Kigali
en, pero no basta, insuficiente el fuerzo mundial ante las miles de personas necesitadas y abatidas por el mal. El ejemplo de Ruanda, a vez más, nos recuerda que no son suficientes las acciones nacionales e internacionales para subsanar las maldades del mal. Las acciones a destiempo traen miseria, muerte y terror. Desgraciadamente, no cesa el desgarre humano y el tormento producido por las circunstancias desfavorables que acechan en algunos países. Así se acometen las ferocidades, alimentadas por la via del mal; ésta es mamada por hombre injusto, malvado, inculto e imperfecto, hecho a semejanza histórica de abandono, explotación y miseria.
Las bestialidades se nos presentan normalmente a nuestros ojos, nos invade la tristeza y la desolación, la rabia y la humillación. Los ciudadanos hacemos lo que podemos: peseta a bancos y alimentos barcos; pero ustedes, gobernantes de cientos de países, deberían unirse y arrasar el hambre, la sed, el terror y la muerte de una vez allí donde se dé; mandad agua, comida, medicinas, hombres y esperanzas a mogollones. Los ruandeses nos están pidiendo a todos una solidaridad y ayuda radical, desorbitada y urgente para salvar sus vidas y dignificar la acción mundial. El mundo entero debe actuar ante se impacto desolador. Gobernantes y ciudadanos de este mundo: bien, pero no basta.-
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