Obras Públicas decide borrar el último cuello de botella de Madrid a Valencia
Los madrileños que viajen a Valencia dejarán de sufrir atascos entre Honrubia y Requena, los 113 kilómetros de la Nacional IIl que aún no son autovía. Obras Públicas ha dibujado ya el único trazado pendiente por sus problemas medioambientales, entre Minglanilla y Caudete de las Fuentes. Pero no será realidad hasta 1997.
El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Julián Revenga, expresó ayer su satisfacción por el acuerdo: "Es una de las vías incluidas en el plan anterior, que no se hizo. Pero además era la más importante para Madrid, al ser la autovía que más rápido nos une con el mar".El trazado escogido es un de las más duramente criticados por los ecologistas y el menos indicado por la Declaración de Impacto Ambiental del propio ministerio, ya que pasa cerca de las hoces del río Cabriel.
Obras Públicas ha desechado las otras dos alternativas posibles. Una de ellas, proyectada junto al pantano de Contreras, era la preferida de todos los grupos conservacionistas y de los técnicos medioambientales del ejecutivo. Pero la Dirección General de Carreteras la consideró inviable porque, según sus expertos, se trata de una zona geológicamente inestable para soportar una autovía. Sobre la otra, proyectada por una zona natural conocida como Los Cuchillos, se pronunció negativamente la Comunidad Valenciana.
Los lunes de este verano, es de primeras horas de la madrugada, esta autovía ha registrado retenciones de hasta 30 kilómetros entre la localidad conquense de Honrubia y la valenciana de Requena. En la actualidad, el trayecto más conflictivo de este cuello de botella es el comprendido entre Minglanilla y Caudete. Los otros dos tramos que aún no son autovía, entre Atalaya y Minglanilla y entre Caudete y Requena ya están resueltos. Uno de ellos en fase de proyecto y el otro ya adjudicado a una constructora.
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