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El Banco de España sorprende a los mercados con un ligero recorte de tipos, que se sitúan en el 7,35%

Victoria Carvajal

La contención de la inflación y el déficit público, la estabilidad de la peseta y la persistente debilidad de la demanda animaron ayer al Banco de España a reducir en 0,15 puntos el precio oficial del dinero hasta situarlo en el 7,35%. La medida sorprendió a los mercados financieros, donde se apostaba por que el recorte no llegaría hasta después del verano, cuando se aclarasen definitivamente las líneas presupuestarias de 1995 y se confirmase la tendencia bajista de los precios. La banca no secundó en bloque el recorte oficial con uno de igual importe en los créditos a sus mejores clientes.

En contra de los inversores que descontaban que el cupo de bajadas de tipos se había agotado en España, al igual que en el resto de Europa, el Banco de España decidió mandar un mensaje de confianza al mercado con un ligero, pero significativo, recorte en el tipo de interés de los certificados de depósito subastados ayer. El interés oficial, que ha bajado ya seis veces en lo que va de año, pasa del 7,50% al 7,35%, un nivel históricamente bajo. El banco emisor había mantenido inalterable su política monetaria desde el pasado mes de mayo, en espera de que remitiesen las tensiones de los mercados de deuda, donde expectativas algo exageradas de recuperación de las economías europeas provocaron fuertes subidas de los tipos de interés a largo plazo. Han sido dos meses en los que, además, se ha renovado el consejo de la autoridad monetaria y entrado en vigor su nuevo estatuto de independencia.Asimismo, la bajada de cerca de medio punto efectuada por el Bundesbank, cuya política monetaria condiciona la del resto de Europa, desde mayo, ha dado un margen adicional de maniobra al banco emisor.

El mercado de deuda español, que se recupera de las pérdidas acumuladas durante los últimos cinco meses, acogió positivamente la noticia. La rentabilidad del bono a diez años, que superó el 11 % en plena crisis de la deuda, se situó ayer en el 10,15%. Su diferencial con el bono equivalente alemán (que refleja la prima de riesgo que debe pagar España) se ha estrechado a 3,35 puntos, frente a los casi 4 de final de mayo.

El Tesoro no dudó en aprovechar la mayor calma que vive la deuda para reducir en 11 centésimas la rentabilidad de las letras a seis meses, el instrumento de financiación a corto plazo que el Estado decidió rehabilitar el pasado mes de julio para eludir los elevados costes del largo plazo, que pasan del 7,98% al 7,87%. El Tesoro recibió solicitudes de 670.324 millones de pesetas y adjudicó 180.574 millones. Ésta es la tercera subasta de letras a seis meses celebrada en un mes. La Bolsa de Madrid subía más de un punto, aunque al cierre, afectada por la caída de Wall Street, perdió 0,55 puntos.

Con la medida de ayer, el Banco de España, cuyo principal mandato es controlar la inflación, da a entender que los precios están bajo control. En junio, la tasa de inflación se moderó hasta el 4,3% interanual. La debilidad de la demanda doméstica, aún en tasas negativas, y la moderación salarial (los incrementos pactados apenas superan el 3%), permiten esperar que esta desaceleración se mantenga. Futuras rebajas -algunos analistas hablan de medio punto adicional- están condicionadas al impacto que la fuerte entrada de ingresos por turismo tenga sobre los precios.

Los bancos no secundaron homogéneamente, tal y como ha sucedido en otras ocasiones, la medida oficial. Central Hispano, Bilbao Vizcaya y Zaragozano redujeron su tipo de interés preferencial (el que ofrecen a sus mejores clientes) en 0,15 puntos hasta situarlos en el 7,85%. Bankinter y el Banco del Comercio bajaron también 0,15 puntos, hasta colocar el preferencial en el 7,35%. El Pastor lo bajó del 8% al 7,85%. El resto decidió no mover sus tipos preferenciales. Algunos han aprovechado, por contra, los últimos meses para elevar los tipos hipotecarios.

La bajada de tipos a corto plazo ha ayudado a reducir los costes financieros de las empresas y mejorar sus resultados en el primer semestre del año.

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