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El defensor del Pueblo recibe medio millar de quejas anuales de los espectadores

Las cartas al director de los periódicos, las quejas en los programas de radio o el simple enfado como medio de protesta ante algunos espacios de televisión no son los únicos remedios. A menudo los telespectadores no recuerdan que el órgano constitucional creado expresamente para ayudar al ciudadano, el Defensor del Pueblo, puede ayudarles. Esta institución recibe una media de 500 cartas anuales protestando por programas de la televisión.

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"La mayor parte de las quejas provienen de los contenidos de la programación, especialmente las películas o series que incluyen violencia, actos sexuales demasiado explícitos, anuncios discriminatorios e incluso racistas", asegura el encargado de los temas de televisión de la oficina de Margarita Retuerto, que prefirió guardar el anonimato. Este informante añadió que también llegan cartas que expresan su desagrado por las programaciones generales de algunas cadenas.Otras protestas tienen menos que ver con la programación, pero también molestan a los telespectadores: la cobertura insuficiente de los canales públicos en algunas zonas, la utilización de las lenguas propias en algunas comunidades (especialmente Cataluña) o supuestos fraudes, como el caso del telepic interactivo que promocionó Televisión Española hace unos meses: numerosos espectadores compraron el telemando que les daba acceso a participar en determinados espacios por unas 25.000 pesetas; a los pocos meses, la empresa quebró y se quedaron con el artilugio en sus hogares sin ninguna utilidad posible.

Alrededor de 500 cartas recibió el año pasado el Defensor del Pueblo relacionadas con la televisión, de un total de 22.281 quejas de múltiples cuestiones. De ellas, la mayoría pertenece a diversos colectivos, preferentemente asociaciones de telespectadores. "Absolutamente todas las cartas reciben respuesta", asegura éste portavoz, "aunque no siempre podemos solucionar los problemas".

Y es que, hasta ahora, en el tema de la televisión, el margen de actuación es muy pequeño. "Las protestas relacionadas con programas de las cadenas públicas las traspasamos a la Comisión Parlamentaria de Control de RTVE, para que las conozcan, y también, a veces, directamente a la dirección del Ente Público", reconocen en el Defensor del Pueblo.

Competencias

El problema está en las televisiones privadas. El ámbito de competencias del Defensor se circunscribe a las administraciones públicas, por lo que las posibilidades de intervención en Antena 3, Tele 5 o Canal + son nulas. "Y también es cierto", recuerdan en la institución, "que la Constitución protege claramente los derechos relativos a la libertada de expresión y de creación artística, cuyo ejercicio no puede ser sometido a ningún tipo de censura".En cualquier caso, y aunque el margen de actuación sea pequeño, el futuro se presenta algo mejor, gracias a la nueva directiva europea sobre televisión que ha entrado en vigor en julio, y que, entre otras cosas, regulará la emisión de programas violentos o con escenas de sexo sólo en horario nocturno.

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