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Entrevista:

"He luchado contra la cultura del pelotazo"

La justicia sigue su curso y en medio de la entrevista Rubio se entera dé que la titular del Juzgado 21 de Madrid, que ha investigado el caso Ibercorp, ha ordenado la apertura de juicio contra él y otras 10 personas por ocho presuntos delitos, entre los que se encuentran el de cohecho, estafa, tráfico de influencias...P. Parece que hay un cambio en los procesos legales. No sólo por la decisión del juzgado 21, sino porque el titular del número 6, el juez José Emilio Coronado, ha modificado sus investigaciones y ha pasado de creer que usted puede haber cometido un posible delito contra la Hacienda Pública a que existen otros posibles delitos.

R. La única razón que se me ocurre para esta ampliación de la acusación es que realmente con la querella previa del fiscal la comisión rogatoria inicial no iba a tener ningún éxito. Lo cual quizá es cierto, pero la solución habría que haberla buscado a través de otros caminos, sobre todo teniendo en cuenta que yo me ofrecí desde mi primera declaración ante el juez a dar mi autorización y colaborar todo lo que pudiera, porque soy el primer interesado en que se demuestre que no tengo ni cuenta en Suiza ni en ningún otro país, ni la he tenido nunca.

P. ¿A qué cree que corresponde la decisión de ampliar a esos posibles delitos? Hay un salto en lo estimado ahora por el juez Coronado.

R. Sí, es verdad que hay un salto. Es realmente sorprendente, porque todos esos temas -posibles cohechos, abusos de las potestades de mi cargo...- es lo que se viene estudiando en el Juzgado 21 y la conclusión a que ha llegado el fiscal es que no hay ninguna responsabilidad y no hace ninguna acusación al respecto al término de las diligencias previas. Es sorprendente que el fiscal actuando en el Juzgado 21 no encuentre ningún indicio de responsabilidad contra mí y el fiscal en el Juzgado número 6 vuelva sobre esos temas y en cambio sí diga que hay indicios delictivos. Jurídicamente es una cosa tan anómala que tiene que tener otras explicaciones.

P. Quizá se explique porque el primer fiscal estudia hechos con informaciones del año 1992 y el segundo fija el posible cohecho en un hipotético cobro de una cantidad de dinero en 1986 como pago previo por la ayuda para la venta de la Banca Trelles a Ibercorp.

R. Todo eso tendría un cierto sentido si en la venta de la Banca Trelles hubiera cualquier hecho anómalo. Como ya he repetido en muchas ocasiones, tal como se planteaba el problema en el año 1987 no había ninguna razón para que el Banco de España emitiera una opinión negativa, y recuerdo que esa opinión no obedecía a una obligación que tuviera Banesto, sino a un acuerdo al que yo había llegado con los presidentes de los grandes bancos para que antes de hacer ninguna venta preguntaran al Banco de España por si acaso había alguna razón para pensar que los compradores iban a gerenciar indebidamente el banco o no tenían conocimientos o experiencia para llevar adelante el negocio bancario. ¿Qué razón podía haber en 1987 por parte del Banco de España para negarse a que Banesto, haciendo un buen negocio vendiera la Banca Trelles al Grupo Ibercorp? Lo que no se puede hacer es un juicio a posteriori y decir: como ha ido mal Ibercorp, debería haberse previsto cinco años antes. Pero ¿qué base teníamos entonces para prohibirlo?, porque por ese procedimiento podría haber muchos más casos a sacar a relucir.

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P. Si no hay base jurídica para este tipo de ampliación de la querella, usted señalaba que puede deberse a otro tipo de explicaciones.

R. Desde el comienzo de todo este asunto la fiscalía ha adoptado una actitud, una agresividad extrema, incluso llevando a cabo actuaciones que los juristas han señalado de irregulares. Todos han señalado la forma irregular en que se llevó a cabo m¡ presentación ante el juzgado, presentación voluntaria por mi parte, que terminó con la decisión de este juzgado de guardia de detención preventiva. Me parece algo muy grave decidir la prisión preventiva a través de un procedimiento irregular. La fiscalía tuvo interés en convertime en cabeza de turco, por las razones políticas que sean.

P. Éstas obedecerían al des gaste del partido en el poder.

R. Yo comprendo que la aparición de mis faltas fiscales en el momento, en que se producen crean un problema grave al Gobierno. En aquel momento se me pidió que yo dijera que había traicionado la confianza del presidente del Gobierno, a lo que me negué, porque creo que no la he traicionado, en lo que se refiere a mi actuación como gobernador del Banco de España, y a partir de ahí empiezan unas actitudes, del ministerio fiscal y del Ministerio del Interior, increíbles.

P. Parece que tiene muy claro cómo separar la actividad pública de la actividad privada. Pero es difícil entender dónde se acaba la esfera de lo público y de lo privado en un alto cargo como el gobernador del Banco de España.

R. No estoy excusando las faltas que yo haya cometido en la esfera privada en el terreno fiscal. Lo que sí estoy diciendo es que, en contra de lo que ha ocurrido en otros casos llamados de corrupción, yo no he tomado ninguna decisión como gobernador que no fuera una de cisión correcta. Ése es el nudo de la corrupción política: tomar decisiones públicas, decisiones en virtud del cargo que se ocupa, que vayan en contra de los intereses públicos o vayan en favor de intereses no confesables. Lo que pasa es que el Gobierno ha tenido in terés en meterme en el mismo saco, a lo que me he negado siempre. Es distinto cobrar comisiones por las obras que hace una institución a tener un comporta miento que no es correcto en el tema fiscal.

P. Según esto, usted no tiene nada que ver con Luis Roldán.

R. Ni tengo nada que ver con Luis Roldán ni con otros muzchos casos de corrupción. que se han producido.

P. En los análisis posteriores a las elecciones los expertos califican como elemento esencial el alto grado de corrupción po lítico-económica entre el que se encuentra el llamado caso Rubio.

R. Me parece completamente injusto. Una cosa son unas infracciones fiscales y otra la utilización de un cargo público para enriquecerse o para tomar decisiones que no defienden el interés publico.

P. Pero no está aclarado el origen de su dinero, de los 115 millones, 130 millones...

R. No. 115 millones.

P. Bien. 115 milones de pesetas cuyo origen no está aclarado.

R. Me parece que está bastante claro. En un momento determinado la fiscalía se lanza sobre ese tema y dice que ese dinero procede de la venta de Sistemas AF. Yo, en mi primera declaración ante el juez Hernández Coronado, digo que. sí, que procede de ahí. Manuel de la Concha, ante la comisión del Congreso, parece que lo ha dejado claro. Lo que no tiene sentido es primero acusarme de eso y, cuando se ve que no hay acto delictivo, decir entonces que el dinero no procede de ahí.

P. Si el origen del dinero está claro, el destino del dinero queda por ver. Existen sospechas de que con ese dinero usted participó en el Grupo Ibercorp a través de su primo Carlos Pittaluga.

R. Sí. Eso es lo que se ha dicho. Yo lo he negado, sigo negándolo, y que lo que no se puede hacer es decir que fulanito es testaferro. Es una acusación que hay que probar, porque si no yo puedo acusar a cualquiera de lo que me dé la gana.

P. Pero usted acaba de decir que el dinero de esa cuenta era suyo.

R. He dicho siempre que en esa cuenta había más personas y que hubo un pago o participación en beneficios: que estaba él y que cobró por la administración.

P. El problema es que, desde las esferas de la política y de la opinión pública, de lo que se le acusa a usted es de mentir, de ocultar información al presidente del Gobierno, al ministro de Economía, a la comisión del Congreso en 1992 y en 1994.

R. Vamos por partes. Lo único que yo oculté a las autoridades en 1992 fue evidentemente la irregularidad fiscal de 1986. Las relaciones de miembros de mi familia con el Grupo Ibercorp las dije. Yo no he faltado a la verdad en eso. Por lo que se refiere a la comisión de Economía, en mi primera comparecencia por el caso Ibercorp, en febrero de 1992, dije en un momento dado que el Banco Ibercorp estaba en perfectas condiciones, pero minutos después, como consta en las actas de la sesión, aclaré que con ello quería decir que los problemas que pudiera haber no eran del banco en sí, sino de otras sociedades del Grupo Ibercorp.

P. Lo que usted califica de operación fiscal reprobable es definido por otros como trama organizada para eriquecerse. En la ue participó usted, eI síndico de la bolsa, el subgobernador del Banco de España y a través de empresas compradas al Fondo de Garantía; en definitiva, que hubo cultura del pelotazo.

R. Creo que estamos confundiendo dos cosas: la salida a bolsa de Sistemas AF con los avatares de la sucesora de Sistemas AF. En el caso de Sistemas AF fue una salida a bolsa muy exitosa. Pero no más que otras salidas en aquel momento. Se puede decir que no debía haber participado. De acuerdo. Uno puede haber hecho bien o mal una cosa, en la que no hay ninguna norma que lo impida. Esto puede ser criticable, pero hay que separlo de aquello que es una infracción de una norma.

P. Se siente chivo expiatorio de lo que se llamó cultura del pelolazo.

R. No sé, si me siento chivo expiatorio. Pero me sorprenden algunas cosas. Habiendo ocurrido en España las cosas que han ocurrido recientemente, que se me ponga a mi como ejemplo de la cultura del pelotazo, cuando gran parte de los problemas que he tenido no los hubiera padecido si no hubiera sido precisamente el que más ha luchado contra la cultura delpelotazo, me parece excesivo.

P. Ha perdido parte de las amistades que tenía.

R. Depende de qué tipo de amistades. En líneas generales llamo amigo a poca gente. Las personas que considero amigas mías han respondido siempre estupendamente y no tengo ninguna queja.

P. Pensaba en dos personas: Carlos Solchaga y Miguel Boyer.

R. En el caso de Solchaga lamento porfundamente lo que le he perjudicado. Con Miguel Boyer no sé lo que opina. Creo que puede opinar algo similar a Solchaga y estar enfadado porque haya cometido esa irregularidad fiscal. No me lo ha dicho nunca, pero si es así lo entendería perfectamente. Una cosa es eso y otra es el abuso o la traición al presidente del Gobierno, de lo que no me considero en absoluto culpable. Repito que lamento mucho haber perjudicado a Solchaga.

P. ¿Cree que sólo a Solchaga o también al presidente del Gobierno?

R. Creo que a todos. Pero también creo que el tratamiento que han dado al problema les ha perjudicado. Si el tratamiento que se hubiera dado se hubiera reducido al tema fiscal, que es lo que era, hubiera sido mucho menor, y mucho menor si desde los propios poderes públicos no se hace todo lo necesario para montar un sistema para que termine en la prisión preventiva.

P. Usted habla de irregularidades fiscales. ¿No sería más lógico hablar de delito fiscal aunque haya prescrito?

R. Bueno es evidente que si no hubiera prescrito habría habido delito fiscal. Hablo de un fenómeno. Cuál es la gravedad del fenómeno lo deciden los jueces.

P. La comisión Rubio no contó con su participación activa; se quejan de que no contestó.

R. Es completamente falso. He estado 13 horas declarando, ¿Qué es lo que hecho durante 13 horas? Cómo se puede decir que cuando una persona está 13 horas no dice nada.

P. Parece que se limitó a decir que no podía contestar.

R. De lo único que no he hablado en la comisión, por una cuestión de respeto a las actuaciones judiciales, es sobre los temas específicos de la querella fiscal que eran objeto de la actuación del juez. El juez pensaba que era una intromisión de la comisión. Pero digo yo que una comisión del Congreso debe centrarse en cuál es mi actuación pública, porque lo otro está siendo objeto de una actuación judicial.

P. Hace dos años que usted dejó el Banco de España. ¿Cree que su actuación ha perjudicado a esta institución?

R. Sí. Evidentemente, sí. Pero digo lo mismo que antes. Mi actuación ha perjudicado al Banco de España, pero le ha perjudicado más el tratamiento injusto al cual he sido sometido.

P. ¿Es usted consciente de que de poder haber pasado a los libros por modernizar el Banco de España puede hacerlo como el gobernador que fue encarcelado?

R. Sí. Lo soy. Soy consciente de ello, pero creo, a pesar de todo, que cuando pase el tiempo la gente conseguirá, separar una cosa y otra. La modernización d el sistema financiero está ahí, y espero que se reconozca. En todo caso he tenido la satisfación de que un historiador, Gabriel Tortella, que acaba de publicar un libro sobre historia económica española, lo señale.

P. He visto que sigue teniendo varios policías en la puerta...

R. A esa vigilancia me refería antes cuando mencioné al Ministerio del Interior. En este momento me parece que tengo más de una docena de policías dedicados a mí, lo cual me parece totalmente inútil. Pero sobre todo esta vigilancia es completamente ilegal, ya que el único que puede ordenarla es el juez y no lo ha hecho.

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