"Nadie ha comprado mi silencio"
Los ex policias empezarán el lunes su trabajo como agentes de seguros
De agentes de la seguridad del Estado a agentes de seguros. El ex subcomisario José Amedo y el ex inspector Michel Domínguez trabajarán desde el lunes en este ramo. El primero lo, hará como "captador de clientes" y "relaciones públicas" en el despacho del abogado mercantilista Juan Manuel Sáinz de los Terreros Isasa. Domínguez estará empleado en la correduría de seguros que gestiona su abogado, Jorge Manrique.El régimen de semilibertad lo han conseguido ambos ex policías gracias a que cuentan con ofertas de trabajo. En otro caso, habrían obtenido su clasificación penitenciaria de tercer grado, pero no habrían podido salir a la calle diariamente acogiéndose al artículo 45 del Reglamento Penitenciario.
Sáinz de los Terreros, que mantiene lazos de amistad con la familia de Marian, esposa de Amedo, se ofreció a darle a éste trabajo en su despacho en caso de que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias le concediera el régimen abierto, según fuentes próximas al antiguo subcomisario.
El abogado Manrique ofreció a su cliente Domínguez empleo en la rama comercial de la correduría de seguros que él mismo gestiona, aparte de su bufete jurídico. Con esta fórmula, el antiguo policía pudo solicitar que se le concediera el régimen abierto.
"Una asistente social [de la secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios] se entrevistó conmigo y tuve que darle explicaciones durante dos horas, hasta que ella tuvo perfectamente claro que mi ofrecimiento de trabajo era firme y fiable", explicó ayer Manrique. Amedo y Domínguez ya han cumplido todos los- requisitos burocráticos para empezar su nuevo trabajo: han sido dados de alta en la delegación de Trabajo y en la Seguridad Social.
Los dos condenados por sus relaciones con los GAL tienen previsto estrenarse en su empleo el lunes, tras, regresar a Madrid. Ayer, Amedo estuvo en casa de su padre, en Lugo, mientras que Domínguez se encontraba en Denia (Alicante) para pasar con su esposa Alicia unas cortas vacaciones a cuenta de los 48 días de permiso que le corresponden al año.
Domínguez, más introvertido y retraído que su compañero, no aprovechó las primeras horas de libertad para ir a Barcelona a visitar a su padre, gravemente enfermo. Posiblemente pretendía evitar que algún periodista pudiera localizarle. Sin embargo, es casi seguro que se reunirá con su progenitor, que ha sufrido dos operaciones quirúrgicas, antes de regresar a Madrid.
Antes de marchar a las playas alicantinas, el antiguo inspector se trasladó el miércoles a la prisión de Guadalajara para recoger un juego de pesas con las que habitualmente practica unas tablas de gimnasia. Tal vez había olvidado llevarse estos artilugios por la precipitación con que él y su compañero abandonaron la cárcel castellano-manchega en los primeros minutos de la madrugada del martes, tras serles comunicado su pase a régimen abierto.
Abordado por un grupo de periodistas junto a la casa paterna de Lugo, Amedo comentó que su actual estado de ánimo es "reflexivo" y rehusó ser más explícito. "Simplemente ahora quiero estabilizar un poquito mi vida", declaró. El antiguo subcomisario dijo en la aldea gallega de Cerceda que el Gobierno no había comprado su silencio ni a cambio de la concesión del tercer grado ni a cambio del indulto. "Nadie ha comprado mi silencio. Eso son falacias", sentenció. También indicó que nadie le, había engañado y que nadie le había prometido nada.
Amedo, tras saber que los fiscales no iban a recurrir la concesión del tercer grado, se fue desde Lugo hacia la aldea de Cerceda, el lugar donde nació hace 48 años, para darse un baño junto con su mujer en el río Neira. "Lo encuentro todo muy distinto a como estaba hace seis años, a pesar de que ya lo vi en mi último permiso
Amedo subrayó que no había leído ningún periódico desde que salió de la cárcel y que pensaba pasar el fin de semana con su familia, al resguardo de la vida ajetreada de Madrid. El ex, policía asegura no temer por ningún atentado terrorista durante estos días. Por esa razón paseó ayer por las calles más céntricas de Lugo y se dejó ver en algunos bares escoltado sólo por algunos periodistas. "Un atentado no se prepara en un día", señaló.
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