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EN EL CORAZÓN DEL HORROR

La radio que mata sigue viva

Alfonso Armada

"Las tumbas están sólo a medio llenar" era parte del mensaje emitido por la Radiotelevisión Libre de las Mil Colinas, desde su sede en kigali, después del 6 de abril, tras el asesinato del presidente del país, el hutu Juvenal Habyarimana. Desde entonces, la emisora, calificada por algunos como "la radio que mata", no ha dejado de jugar un papel clave: primero en las matanzas de 500.000 personas que siguieron a la muerte de Habyarimana, tutsis en su mayoría, y ahora en el éxodo masivo de hutus tras el avance imparable del Frente Patriótico Ruandés (FPR)."Es mejor morir de sed o de cólera en Zaire que volver a Ruanda, donde el FPR quiere matar a machetazos a todos los hutus", afirman sus locutores. La radio fue retirándose al amparo del Gobierno ruandés, primero a Gitarama, después a Kibuye y, por último, a Cyangugu, en la zona de seguridad establecída por las tropas francesas de la Operación Turquesa.Desde que el FPR alcanzara la victoria final, la emisora móvil opera en algún lugar de la frontera cerca de Bukavu, y con sus mensajes alarmistas sabotea la política del Alto Comisionado de las. Naciones Unidas para los Refugiados. (ACNUR),. que tras sostener conversaciones con el nuevo gobierno de Kigali presidido por el Hutu moderado, Faustin Twagiramungu, y mandar a sus observadore a Ruanda, aseguró que existián garantías para que los refugiados vuelvan a su país

Silencio oficial francés

Los mandos franceses se niegan a confirmar o desmentir que Radio Mil Colinas sigue operando desde la zona bajo su control. En buena parte de frica, la falta de electricidad, la escasa influencia de la televisión (por falta de receptores) y de la prensa (por las bajísimas tasas de alfabetización), hacen de la radio el principal medio de información.

La Radiotelevisión Libre de las Mil Colinas (Ruanda es conocida como el país de las mil colinas) fue fundada en julio de 1993 por Ferdinand Nahimana, consejero político de Habyarimana y principal ideólogo del extremismo hutu, para contrarrestar la influencia de Radio Mohabura (La Revelación), controlada a su vez por el FPR, y sujeta también a la propaganda desde que fuera creada, en 1990, cuando la primera ofensiva tutsi contra el Ejército ruandés.

Radio Mil Colinas fue utilizada para denunciar las negociaciones de paz que llevaron. al Pacto de Arusha, firmado en agosto de 1993 entre el Gobierno de Habyarimana y el FPR. El acuerdo establecía los pasos para la celebración de unas elecciones democráticas en 1994 y el compromiso de crear un Gobierno con representantes de ambas partes. Pero tanto el partido del presidente, el Movimiento Republicano Nacional para la Democracia y el Desarrollo (MRND) como la Coalición para la Defensa de la República (CDR), de orientación hutu radical, rechazaron cualquier acuerdo para compartir el poder con los tutsis.

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