El arzobispo de Santiago arremete contra la reforma legislativa del aborto

El arzobispo de Santiago, monseñor Rouco Varela, utilizó el púlpito de la catedral compostelana para criticar la nueva legislación que ha anunciado el Gobierno sobre el aborto. Respondió de esta forma el arzobispo a la ofrenda al Apóstol Santiago, que este 25 de julio efectuó el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, como delegado regio. Mientras este acto se celebraba en la catedral compostelana, extramuros 15.000 personas pedían mayores cotas de autogobierno, para Galicia, en los, actos con, los que los partidos nacionalistas celebran O día da patria galega.

Monseñor Rouco Varela, que respondió al oferente en su calidad de arzobispo de Compostela, utilizó su discurso para criticar las reformas legislativas respecto al aborto. "Qué pronto se olvidan las lecciones de la historia", dijo el arzobispo. "El ejemplo de cómo se ha comenzado a legislar sobre el derecho a la vida y sobre la institución familiar lo prueban con una evidencia alarmante. Se ha llegado a decir, y con razón, por alguno de los más prestigiosos pensadores contemporáneos, que la aceptación social del aborto es, sin excepción, lo más grave que ha acontecido en este siglo, que se va acercando a su final. Nos hemos comenzado a acostumbrar a ser testigos impasibles de tantas situaciones humillantes, lesivas de la dignidad del ser humano, que no puede por menos de planteársenos la pregunta por la efectividad futura de esa irrenunciable doctrina de la inviolabilidad de sus derechos fundamentales".La nueva ley, todavía pendiente de aprobación, establece la despenalización total del aborto durante las 12 primeras semanas del embarazo, tras el asesoramiento a la mujer sobre la viabilidad de su embarazo. Esta medida ya había sido fuertemente contestada por destacados sectores de la Iglesia española.

Se da la circunstancia de que ésta podría ser la última ofrenda que monseñor Rotico haya oficiado como arzobispo compostelano, pues distintas fuentes lo sitúan al frente de la diócesis de Madrid o bien de Toledo.

En la ofrenda al Apóstol, el presidente de la Xunta Manuel Fraga, en representación de la Casa Real, pidió la intercesión del patrón de España para conseguir paz, trabajo y solidaridad. "Que el Apóstol promueva la solidaridad y la unión de Galicia,España y Europa, de modo que los que en el pasado nos encontramos a nosotros mismos alrededor de- tu memoria, seamos otra vez capaces de volver a encontrarnos, de volver a ser nosotros mismos, de redescubrir nuestros orígenes y de avivar nuestras raíces. Galicia te pide, sobre todo, paz y trabajo". El discurso de Fraga estuvo cargado de profundos contenidos cristianos y peticiones al Apóstol para recuperar la fe y la moral.

Mediante la ofrenda al Apóstol, que cada 25 de julio se efectúa en la catedral compostelana, la Corona renueva los seculares votos jacobeos con el patrón de España, cumpliendo así una tradición iniciada por el rey Felipe IV hace más de 300 años.

Como invitado especial a la ofrenda asistió el presidente de la República Oriental de Uruguay, Luis Alberto Lacalle, de visita oficial en Galicia. El mandatario uruguayo fue galardonado ayer con la medalla de oro de Galicia y éste a su vez condecoró a Fraga con la orden de su país. Lacalle destacó el papel de los emigrantes gallegos en su país y en toda América. "Honradez y trabajo son los valores que tienen en comun los gallegos de ayer y hoy, articulado todo ello con la fe cristiana", dijo.

Pero no todo fueron actos institucionales y religiosos en el día grande de las fiestas del Apóstol. También hubo un hueco para los actos reivindicativos, con motivo del Día da patria galega, que cada 25 de julio celebran los partidos nacionalistas de Galicia.

Este año se ha dado un paso importante de cara a la unificación del nacionalismo gallego, al sumarse a la manifestación convocada por el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Unidade Galega, segunda fuerza nacionalista que se ha integrado en el BNG.