Quedó en veremos

JOAQUíN VIDALUna especie de novillejos impresentables e inválidos le prepararon a Vicente Barrera para propiciarle la gloria en el fasto de su alternativa, y cuando atravesó al primero de ellos de torpe espadazo, seguía siendo novillero. El sexto era ilidiable por su perniciosa invalidez, fue devuelto al corral, salió el so bréro que tampoco tenía presencia, y aunque noble, Vicente Barrera le hizo una faena larguísima a base de pases muy cortos, finalmente premiada con oreja, como cabía esperar. Es decir, que el paso de Vicente Barrera a matador de toros quedó en veremos. Llega a ser otro de distinta tierra o no lleva el bagaje de artista singular que exhibió en anteriores compare cencias, y hubiera parecido un torero del montón.

Alternativado está, mas doctor no es, aunque así guste decir en la jerga. Por lo mismo llaman a otros maestro, así sean unos puros desgarramantas. La profesión de torero manda mucho e inspira todo tipo de hipérboles e incontinencias. No en vano torero es uno que se pone delante de un toro en tanto el resto de los mortales temblarían sólo con oírlo bufar desde un burladero.

Ahora bien, el juicio crítico de los toreros lo hace el público en función de ellos mismos. El público se sienta y en cuanto sale el toro ve y compara. Por eso el toro que sacaron para Vicente Barrera, tan chico y variopinto, tan feble e impresentable, suscitó muchos recelos, incluso algunas protestas. Hubo en ese favoritismo un agravio comparativo. Y es lo que se decía la afición: el toro para todos, o el novillo moribundo para todos.

La corrida de Ibán prevista para el pasado domingo tenía -por ejemplo- más trapío que la de Moura lidiada en este fasto doctoral, y sin embargo la autoridad la rechazó. No se saben los motivos, aunque cabe barruntarlos: ejercía la autoridad en la corrida suspendida Constantino González, un presidente con criterio, y en la fastuosa, óscar Bustos; para los taurinos, una madre. El cartel de la corrida aquella lo componían tres diestros relativamente modestos; el de la presente, sus .señorías las figuras.Curro Romero le dio la alternativa a Vicente Barrera con largo parlamento. Quizá le es taba recitando el Cossío. O como había visto a través de la lentilla el torito que le estaba cediendo, a lo mejor le dijo que así se las ponían a Felipe II. Barrera irguió la planta ante el torín vacilón y le hizo la quietud, mas el animalito sólo quería morirse. Al sobrero se la hizo también y le salían los pases muy cortos. Luego pegó rodillazos. La oreja había de ganar la a toda costa y no hubo pro blema porque el público estaba deseando concedérsela. Al público, sobre todo, que le den orejas. A Litri no se las pudo pedir en el tercero, que estaba inválido, y tuvo motivos para exigir una cuando vio darle al encastado quinto un palizón de derechazos y rodillazos.

Para poder perdirle orejas a Curro Romero, en cambio, es preciso viajar a Lourdes. No obstante Curro Romero oficia distinta mística, y lo mismo le quita las moscas al toro -así en su primero-, que mece la verónica, ciñe la media con torería arcangélica y porfía el derechazo, acontecimiento que acaeció en el cuarto. Son las cosas de la vida. A fin de cuentas, tras darle muchas vueltas al fasto de la alternativa, resulta que esas verónicas olorosas a romero fueron lo que de verdad mereció la pena.

LA CORRIDA DE HOY

Plaza de Valencia. 6ª corrida de feria.,

Toros de Joaquín Núñez, de las fincas El Grullo y El Lanchar, en Vejer de la Frontera (Cádiz). Divisa blanca, verde y roja. Antigüedad, 13 de mayo de 1991.

Matadores: Litri, Jesulín de Ubrique y Paco Senda, que tomará la alternativa.

A las 19.00.