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Investigado por corrupción en Italia el hermano de Silvio Berlusconi

Paolo Berlusconi, el hermano menor del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, figura entre los investigados por actos de presunta corrupción de la policía fiscal de su país, que han determinado ya más de 30 órdenes de detención. En virtud de uno de esos mandatos, declaró ayer ante el juez Felice Vitali, director general de Gemina, financiera del grupo Fiat, y consejero del Corrierir della Sera, la empresa del mismo grupo que controla el diario español El Mundo. A la misma hora, seguían fugitivos dos importantes ejecutivos de Fininvest, el grupo empresarial de Berlusconi

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Paolo Berlusconi ya fue acusado de corrupción y detenido algunas horas durante la última campaña electoral, en virtud de actos realizados como presidente de una empresa constructora que su hermano Silvio le cedió en 1992. Ahora aparece mencionado en las órdenes de detención contra Salvatore Sciascia y su colaborador Marco Rizzi, dos directivos de, Fininvest buscados por la policía. El abogado de Paolo Berlusconi asegura que no tiene constancia de que se hayan abierto diligencias contra su cliente.Sciascia, director de asuntos tributarios del grupo de Berluscon¡, y Rizzi, un ex policía fiscal que se incorporó a Fininvest '-pagaron presuntamente a inspectores fiscales, "en colaboración con Paolo Berlusconi", según los jueces, sumas comprendidas entre los 100 miHones y los 200 millones de liras (entre 8,5 millones y 17 millones de pesetas) para evitar inspecciones en las empresas Telepiú, Mediolanum Assicurazioni y Videotime. Paolo Berluscon¡ es consejero de esta última. Ninguno de estos dos directivos se había presentado ayer ante el juez. El abogado de Sciascia afirmó el viernes que su defendido se entregaría en cuanto cumpliese sus compromisos del fin de semana.

Prestó, en cambio, declaración en la Audiencia de Milán Felice Vitali, director general de Gemina, con funciones de consejero delegado de esta financiera del grupo Fiat. Vitali respondió ante el juez de las acusaciones vertidas contra él por Roberto Signoracci, director financiero de la misma empresa, detenido la semana pasada, que le implica en el pago de un sobre de 200 millones de liras a funcionarios de la Guardia de Finanzas. Vital¡ reconoció haber efectuado el pago, pero aseguró que no pudo eludirlo por la presión recibida de parte de la Guardia di Finanza.

Por otro presunto delito similar de corrupción, fue detenido la semana pasada el consejero delegado de La Rinascente, los grandes almacenes de la familia Agnelli; Principales accionistas de Fiat.

Aquellas primeras detenciones, como la Alberto Falk, el rey de la siderurgia italiana, fueron consecuencia de las confesiones de tres oficiales de la policía fiscal detenidos en una investigación iniciada hace meses y con la que, al parecer, están relacionados los suicidios de otros tres miembros del cuerpo. Cuatro jefes y un suboficial de la Guardia de Finanza fueron detenidos el pasado fin de semana, en el marco de la segunda fase de una gran redada que, estando aún en sus inicios, ha incorporado ya a la lista de detenidos a otras celebridades como Piero Bongianino, ex consejero delegado de la Banca Popolare di Novara, y a la flor y nata de los asesores fiscales de la capital lombarda.

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Entre la primera y la segunda oleada de órdenes de detención se interpuso el decreto ley que suprimía la prisión preventiva para corruptores y corruptos. Dos de los policías fiscales detenidos en las últimas horas habían sido previamente detenidos y fueron puestos en libertad como consecuencia de aquella polémica medida, que el Gobierno hubo de retirar.

Diputados de Forza Italia declararon ayer que las últimas órdenes de detención representan "la venganza" de los magistrados por aquella iniciativa del Gobierno. Il Giornale, diario de Berlusconi, sostiene, entretanto que los sobornos a la policía fiscal eran pagos obligados para los empresarios italianos fruto de la extorsión.

Por su parte, Massimo D'Alema, líder del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), declaró ayer, que "la responsabilidad, penal es siempre personal" y que, por ello, el problema de una eventual dimisión de Berlusconi no se planteará mientras las investigaciones no le afecten en su propia persona.

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