"La salida de Tangentópolis pasa por llevar a buen fin los procesos"

Cómo salir de Tangentópolis. La cuestión comienza a ser planteada con cierta inquietud en la judicatura italiana ante los riesgos de una salida en falso de carácter político. El retirado decreto ley del Gobierno que preside Silvio Berlusconi sobre la prisión preventiva de los corruptos ha sido un primer aviso. Para Giuliano Turone, fiscal de la Dirección Nacional antimafia de Italia, la salida de Tangentópolis pasa indeflectiblemente por llevar a buen fin los procesos pendientes.Turone acumula una gran experiencia en la investigación de la delincuencia económica y mafiosa desde la época en que formó parte de la fiscalía de Milán. Por sus manos pasaron asuntos tan significativos como la quiebra del Banco Ambrosiano, la logia P-2, el caso Sindona..., precursores de la Tangentópolis actual. Esta experiencia le sirve ahora en sus funciones de fiscal de la Dirección Nacional Antifamia, organismo creado hace año y medio.

Giuliano Turone, que participó en El Escorial en el curso Crisis de la jurisdicción en la crisis del Estado de derecho, organizado por Jueces para la Democracia, es consciente de que, "cuando los fenómenos ilícitos son demasiado grandes, la justicia penal no es un instrumento suficiente" y de que "sólo soluciones políticas pueden impedir que fenómenos como Tangentópolis puedan repetirse en el futuro". Y explica el hecho de que haya sido posible la operación Manos Limpias por la desaparición del chantaje histórico que representó el muro de Berlín: "Las investigaciones de hace 10 y 15 años anticipaban lo que podía resultar y resultó en la operación Manos Limpias. Lo que pasa es que el sistema de poder oculto todavía podía disfrutar de ese chantaje histórico generado entonces en Italia por la situación internacional".

La actuación de las mafias puede encontrar un campo abonado en el ámbito internacional amparada en la libre circulación de capitales. Frente a ese riesgo Turone reivindica "la libre circulación de los jueces". "El espacio jurídico internacional y la posibilidad de que los jueces actúen sin fronteras es una necesidad muy grande. Pero todavía no existe una cultura internacional suficientemente desarrollada sobre el riesgo que representa la existencia de tantos paraísos fiscales y penales. Si los Estados más sensibles no adoptan medidas de control y los organismos internacionales no actúan con más energía frente a esos paraísos, la economía criminal puede conquistar ámbitos sustanciales de la economía legal internacional".