Un informe oficial ruso denuncia la violación masiva de los derechos humanos

Los derechos humanos se han violado en Rusia "sistemática y masivamente" durante el año pasado, pero el problema es que las violaciones continúan y que no hay indicios de que la situación pueda mejorar. Esta es la principal conclusión de un extenso y demoledor informe -más de cien páginas- que ha preparado la Comisión de Derechos Humanos adjunta al presidente ruso. Paradójicamente, el campeón de las discriminaciones y del pisoteo de las libertades fundamentales es la Administración de Moscú, encabezada por el alcalde, Yuri Luzhkov, y dominada por los demócratas reformistas.

Extractos del documento fueron publicados este fin de semana por el prestigioso diario Nezavísimaya Gazeta -la última entrega aparecerá mañana-, que acusa a las autoridades de querer silenciar las revelaciones hechas por la citada comisión, que preside el diputado y defensor del pueblo, Serguéi Kovaliov.

Las víctimas más frecuentes de discriminaciones por motivos étnicos son los refugiados y los "emigrantes fórzosos", término con el que se designa a los rusohablantes que vivían en las repúblicas de la desaparecida URSS y que ahora han huido a Rusia.

La palma en esta política xenófoba se la lleva la capital rusa, Moscú, donde, por ejemplo, se aprovechó el estado de emergencia decretado en octubre pasado por el presidente Borís Yeltsin a raíz de su enfrentamiento con el Sóviet Supremo para deportar a 10.000 personas. La expulsión de personas de "nacionalidades caucásicas o del Asia Central" ha sido "discriminatoria" y ha ido acompañada de un tratamiento "inhumano", dice el informe de Kovaliov.

Sistema medieval

Moscú es también el campeón de la defensa del sistema medieval -data de los tiempos de los siervos de la gleba- de la propiska, permiso de residencia que deben tener todas las personas para poder vivir en la capital y otras grandes ciudades. El ejemplo ha resultado contagioso, y lo han seguido San Petersburgo, Volgogrado y algunas ciudades de Siberia y el extremo norte ruso.La comisión dedicó un capítulo aparte a la situación en las Fuerzas Armadas, que "continúan viviendo de acuerdo a las antiguas leyes y tradiciones" y donde "todavía no se han eliminado ni la arbitrariedad ni el aplastamiento de la personalidad". Según datos de la Fiscalía General, en 1993, a causa de crimenes y accidentes, perecieron 2.572 soldados y 9.294 resultaron heridos, a lo que hay que agregar 462 suicidios. La cifra real puede ser mayor, dado el "secreto sobre los índices de criminalidad, muerte y traumatismo".

El informe denuncia también la utilización del "trabajo forzoso en el Ejército", las condiciones "crueles y humillantes" en las cárceles, los "reiterados intentos" de limitar la libertad de los medios de difusión" y la "explotación laboral de niños y adolescentes".