Argelia vive bajo la psicosis de los secuestros

Argelia parece deslizarse en la inquietante estrategia del secuestro, que se suma a la de los asesinatos. Ésta es una de las conclusiones a las que han llegado los observadores diplomáticos de la capital tras conocerse el sábado la desaparición de los embajadores de Yemen y de Omán y desvelarse ahora la captura hace un mes de un miembro del Frente Islámico de Salvación (FIS). Estas desapariciones se suman a otras varias registradas desde que en octubre comenzara la serie con el secuestro de tres funcionarios de la Embajada francesa, liberados tres días más tarde.

La agencia oficial de Omán informó ayer de que su embajador en Argelia, se encuentra "sano y salvo", sin más precisiones. Fuentes consulares de Argelia aseguraban que "no hay novedades entorno a la situación de los dos diplomáticos árabes". Sólo algunos detalles relativos al incidente. Según estas informaciones, los dos embajadores fueron secuestrados junto con un chófer de nacionalidad marroquí y un dirigente político yemení, Mohamed Kacen Essur, miembro del partido socialista de Adén del Sur.Los dos embajadores y el político yemení se dirigían juntos, en el vehículo del embajador de Omán, conducido por el chófer marroquí, a un restaurante de la localidad de Jemis el Kechna, a unos 20 kilómetros de la capital, al que acudían con cierta periodicidad a almorzar. Fuentes policiales argelinas, recogidas por la agencia France Presse, trataban de eludir su responsabilidad en la custodia de los dos diplomáticos y la achacaban a las dos embajadas.

En opinión de las citadas fuentes, los dos representantes asumieron un grave riesgo e incumplieron algunas de las normas básicas de seguridad al no anunciar a las autoridades su desplazamiento fuera de la capital, tal y como lo exigen "las reglas para el cuerpo diplomático".

El periódico El Watan llegaba ayer aún más lejos y sugería la tesis del compló exterior. Aseguraba el rotativo que el secuestro pudiera estar provocado por la crisis interna en la que se encuentra sumido Yemen. Según el periódico, el embajador desaparecido es un hombre vinculado a la república secesionista del Sur, cuyo régimen ha encontrado durante la reciente guerra civil el apoyo del vecino sultanato de Omán.

Pero, a pesar de todas estas teorías, los observadores han venido constatando un fenómeno claro: la aparición de la táctica del secuestro como un elemento más de lucha en el conflicto argelino.

La penúltima prueba que pone en evidencia esta táctica es la desaparición del miembro del Frente Islámico de Salvación Mulay Mohamed Said, director del Instituto de Matemáticas de la Universidad de Bab Ezzuar, cerca de la capital, cuyo paradero se desconoce desde hace justamente un mes, cuando se desplazaba en su coche por las calles del barrio argelino de El Harrach.

Por ahora tampoco hay noticias del súbdito italiano, técnico en una empresa constructora, desaparecido hace más de una semana, después de despedir a un amigo en el aeropuerto de Gardaia. Las autoridades localizaron su coche a pocos, kilómetros de la citada ciudad y en su interior constataron trazos de sangre. Los diplomáticos italianos, en un nuevo intento de no alarmar, afirmaban recientemente que podría tratarse de un "delito común".